Survivor

Una epidemia extraña a comenzado a infectar al mundo entero, algunos resultan inmunes a dicha enfermedad...pero los demás terminan convirtiéndose en zombies...cuando el mundo llega a su fin...sólo los más fuertes sobrevivirán

lunes, 4 de octubre de 2010

Capítulo 20

SURVIVOR
When The WORLD COMES TO AN End...Only The Strongest Will Survive!

Part 20 “Fighting Hell on Earth”


Justo cuando crees que el mundo no puede empeorar…justo cuando crees que los problemas se solucionarán al fin…siempre ocurre algo que vuelve a darle un giro a tú vida. A veces positivo, generalmente negativo…sin embargo siempre sobrevivo…será suerte o quizá mi fin pueda estar más cerca de lo que creo…

Estaba fumando sentado en una roca a un lado de un cactus. Mi mente seguía procesando las palabras que tuve con Vilchis en la tarde. Realmente comencé a sentir una cierta preocupación, no sólo por mi salud pero también por la seguridad de los demás. El simple hecho de que en mi sangre corría la amenaza latente, la posible destrucción de todos mis amigos, todo aquello me impedía pensar claramente. La ironía caería en el hecho de que mis amigos murieran por mi propia mano, aquellos a quien arduamente traté de proteger, asesinados por mí. Quizá lo mejor sería omitir esa clase de pensamientos, seguro sería mejor.

Escuché unos pasos acercándose, giré y me encontré a Laura de pie observándome.
“Qué pasa?” le pregunté algo consternado debido a la hora.
“No puedo dormir…” me dijo con sencillez mientras se sentaba a lado de mi.
“Es de madrugada…deberías intentar dormir, recuerda que tenemos un largo viaje por delante” le dije mientras seguía disfrutando mi cigarro.
“Lo mismo podría decirte a ti” me respondió mirándome seriamente.
“Qué tienes? Te notó rara, bueno más rara que de costumbre” le dije con una pequeña sonrisa.
“Son tonterías…bueno, a decir verdad tengo un mal presentimiento…no estoy segura” sus palabras carecían de congruencia.
“Hemos pasado por cosas peores…qué podría preocuparte tanto?” le pregunté tratando de indagar más en sus problemas para evitar enfrentar los míos.
“Ya te dije que son tonterías mías…” ella suspiro.
“Estás actuando algo paranoica” le dije directamente.
“Y tú? “ me pregunto.
“Yo estoy perfectamente bien” ni siquiera yo me creería esa mentira.
“No es cierto, te conozco…algo más te preocupa” ella me dijo viendo a través de mi mentira.
“No es algo importante…” dije mirando mi brazo fijamente.
“Sabes Harry…” ella empezó a hablar, “Todos tenemos algo que nos preocupa en estos momentos, ya sea preocupaciones por el futuro, pasados crueles o miedos…”
La miré seriamente. “Y qué con eso?”
“Sólo quiero que sepas que no estás solo, cuentas conmigo” me brindó una cálida sonrisa.
Una sonrisa se formó en mi rostro. “Gracias…”
Admito que sus palabras quizá no resolverían mis problemas, pero en esos momentos, saber que cuentas con tus amigos, eso en verdad me alivió. No sé que nos deparará al salir el sol, no sé a dónde viajaremos ahora o qué buscaremos conseguir con ello. No puedo dejar que un simple miedo me detenga, voy a proteger a todos los que están aquí hasta dar mi último suspiró…y si llegará a perder el control…yo mismo terminaré con mi vida.

Finalmente el sol salió, el día era algo gris, una tormenta se avecinaba. Estaba sentado en la caja de la silverado viendo como todos se apuraban a levantar el campamento y montar las camionetas. La perrita de Pancho corría por doquier dando círculos alrededor de Pancho y los demás mientras terminaban de subir las últimas cajas a las camionetas. Pronto ya estábamos listos para partir, antes de tomar nuestro camino nos reunimos en medio de donde las tres camionetas estaban estacionadas. Pancho inicio la conversación.

“Parece que estamos listos para partir…pero a dónde iremos?” pregunto viendo a todos los demás.
“Podríamos regresar a Querétaro en busca de nuestras familias” Mile sugirió repentinamente.
“Las ciudades grandes están fuera de cuestión, ir a ellas sería suicidio en estos momentos…” Pancho ignoró la petición de Mile.
“Acaso sugieren que nos movamos al norte o a otra parte del país?” Iraís alzó su voz.
“No sería riesgoso ir a lugares que no conocemos? No sabemos qué nos podría esperar ahí…” Asahel dijo algo temeroso.
“Pero tampoco podemos quedarnos aquí, cuando menos lo esperemos estaremos rodeados de muertos vivientes” Laura agregó a la discusión.
“Podríamos intentar movernos entre pueblos pequeños…” Jess dijo de la nada. “Podríamos recolectar víveres y quizá hallemos más sobrevivientes”.
“Es cierto, podríamos empezar con Bernal y de ahí seguir moviéndonos, mientras más seamos más sencillo será enfrentarnos a los hediondos!” Ramón dijo algo esperanzado.
Todos lo miramos fijamente. Su idea no era tan alocada como creía. Pancho parecía convencido por la propuesta de Ramón. Lo cierto era que mientras más fuéramos, mayores probabilidades tendríamos de vencer esta epidemia, de recuperar el mundo que nos fue arrebatado.
“Entonces…iremos a Bernal” dijo finalmente Pancho.
Noté que las esperanzas de todos yacían algo altas mientras todos se subían a las camionetas alegremente listos para cambiar al mundo, literalmente.

Se escuchó la voz de Pancho por la radio.
“Entonces, prepárense para partir” dijo con su característica voz.
“Está bien, nosotros los seguimos” dijo Vilchis por la radio.
“Muy bien, yo me encargo de cuidar la retaguardia” dijo un Ramón muy animado por la radio.
“Bien, el plan se mantiene tal cual…” la voz de Aldo se escuchó por la radio también.
Pancho sonrió mientras encendía el motor, a los pocos segundos se escuchó como los motores de las otras dos camionetas y la moto rugían.
“Bien síganme…” Pancho dijo finalmente.
“Esperen!” la voz de Laura retumbó en la cabina.
“Qué pasa?” le pregunté algo sorprendido por su reacción.
“Miren…eso no es normal verdad?” dijo mientras señalaba al frente, su rostro mostraba una extraña combinación entre miedo y desesperación.
Jess, Pancho y yo volteamos al unísono hacia la dirección señalada por su mano tan solo para terminar con reacciones similares a la de ella.
“Oigan…tenemos un problema…” Pancho avisó por la radio mientras apagaba el motor de la camioneta.

Frente a nosotros estaba una gigantesca horda de zombies que caminaba lentamente hacia nosotros. Eran imposibles de contar pero avanzaban hacia nosotros, seguramente el ruido de los motores los atrajo. Todos nos bajamos de las camionetas y observamos la situación algo perturbados.
“Ahora qué?” preguntó Mile algo asustada.
“Peleamos” Ramón nos dijo girando con una amplia sonrisa en mi rostro.
Vilchis rápidamente abrió la caja de la Lobo revelando una amplia gama de armas de fuego.
“Creo que ya es hora de subir de nivel su armamento no creen?” dijo con una sonrisa en su rostro.
“Eso de dónde lo sacaste?” pregunto Aldo confundido.
“Verás, aparte de la Lobo, también me traje todo el armamento que teníamos escondido” dijo algo orgulloso de si mismo.
“Bromeas? Estás son armas de verdad!” dijo Ramón emocionado mientras tomaba todas las armas que pudiera cargar.
Los demás continuaron tomando armas para protegerse contra la batalla que se avecinaba.
“Cuál es el plan?” pregunte rápidamente.
Pancho pensó por un momento y observó a todos. “Tampa, Mile, Asahel y Josué protegerán las camionetas y los víveres, los demás iremos al frente de la batalla” dijo con completa seriedad.
“Espera! Yo quiero ayudarles también!” dijo Josué algo indignado.
“No trates de hacerte el fuerte! Aún no sanas por completo!” Iraís lo regaño.
“Necesito que se queden aquí…por favor” Pancho trató de hacerlo entender.
“No te preocupes, yo me encargo de cuidarlos” dijo Tampa algo heroico.
“Bien, esto es solo un pequeño retraso…pero todo estará bien” dijo Jess forzando una sonrisa tratando de animar a todos.
Todos igualmente forzaron una sonrisa, prometiéndose regresar todos vivos listos para continuar con el viaje para buscar sobrevivientes. Con armas en manos caminamos hacia la monstruosa ola de zombies que se acercaba a nosotros. Hubo una pausa, un momento en el que literalmente se sintió como el tiempo se detenía, un momento que fue destrozado por la serie de balas que comenzaron a ser disparadas.

En esos instantes olvidé todas las preocupaciones referentes a mi brazo mientras tomaba mis machetes y me abalanzaba contra los zombies que a esta altura del juego corrían hacia nosotros. No dude en cortar cabezas, sabía que mientras no tuviera la necesidad de usar mi brazo, todo estaría bien, al menos eso quería creer.

Noté como Iraís peleaba cerca de mí con una escopeta, a su lado Aldo usaba su sierra eléctrica para destrozar a los zombies que se acercaban. En otro extremo vi a Laura disparando con sus pistolas mientras que cada que podía les daba una patada, en otro lado Jess disparaba una ametralladora tirando de a 10 zombies por minuto. Pancho se hallaba algo retirado mientras lanzaba granadas desde una distancia considerable. Vilchis tenía un lanzallamas con el cual los zombies ardían y Tampa con Raúl los terminaban dándoles un tiro en la cabeza con sus snipers desde una cierta altura. Detrás de nosotros Josué, Mile y Asahel defendían también con armas de fuego.

La pelea parecía estar a nuestro favor pues sus números se reducían poco a poco. Al menos eso creí cuando veía que sus cuerpos se podrían en el suelo, todos con alguna herida de batalla. Estábamos a punto de reclamar nuestra victoria cuando escuchamos el ruido de motocicletas acercándose, el sonido aumentaba de intensidad.

Finalmente alcé mi cabeza y note tres figuras que nos observaban desde lo alto de un monte, no estaba seguro pero aquellas siluetas me parecían conocidas. Las motociletas bajaron de prisa por el monte seguidos por más zombies que ahora corrían detrás de ellos.
Las motocicletas se detuvieron frente a nosotros y revelaron sus identidades. Por un momento me quedé sin habla.

“Son ustedes…” fue lo único que pude pronunciar.
“Creo…que nos deben la revancha” Omar dijo con una gran sonrisa.

Los tres se bajaron de las motos. Omar parecía normal, tal y como lo habíamos dejado, por muerto. Toño, quien había sido mutilado ahora poseía aquella mitad de su cuerpo pero ahora era completamente metálica, una especie de “Terminator”. Tovar también parecía estar en un estado normal, humano, sin embargo no podía eliminar una cierta curiosidad por aquel brazo que tenía vendado. Quizá él también tenía su dotación de prótesis metálicas dejadas por heridas de batalla.

“Qué quieren?” Pancho se enfrentó a ellos.
“No te parece algo obvio?” Omar se acerco a él.
“Omar, no queremos problemas…déjanos ir…” Laura trato de interceder por el equipo.
“Niña Lau…en verdad no aprendes” Omar dijo riéndose.
“Dinos qué quieres!” Pancho tomó de la playera a Omar.
Omar hizo que quitará sus manos de encima de él. “Quiero venganza!” Y con esas palabras se lanzó contra Vilchis, con quien parecía tener cuentas pendientes.
“Ya saben el plan” dijo mientras tenía el cuello de Vilchis en sus manos.
“Descuida…” Tovar se tronó sus dedos. “Esto será sencillo…”
Toño simplemente se rió.

Los zombies atacaban sin piedad mientras Omar, Tovar y Toño se preparaban para acabar con nosotros. Noté el rostro de Vilchis tornarse morado, no le quedaba mucho tiempo. Tome vuelo y me lancé contra la espalda de Omar logrando mi objetivo, él había soltado a Vilchis. Omar me tomó de mi poco cabello y me lanzó contra el suelo. Escuché mis costillas tronar. Jess me ayudó a levantarme.
“Estás bien Harry?” me preguntó preocupada.
“Estoy bien…”dije con mi voz quebrada mientras me levantaba de nuevo.
“Vaya…así que tres contra uno?” preguntó Omar prácticamente burlándose de nosotros.
“Qué te pasa! Ya déjanos en paz!” Jess le gritó enojada.
“Lamento decirte que aún tengo asuntos pendientes contigo…” me señalo a mí, “Contigo…” señalo a Jess “ Y principalmente quiero encargarme de ti…Vilchis!” señalo a Vilchis y lo vio con odio.
“Qué quieres de mi?” Vilchis le preguntó.
“Te parece poco ponerte en mi contra y robarme mi camioneta!” dijo enfatizando lo último.
“De acuerdo…quieres mi cabeza, te daré el gusto, pero deja a Harry y a Jess en paz” dijo Vilchis parándose enfrente de Jess y de mi.
“Bromeas? Harry mató a mi compadre y Jess…los prefirió a ustedes, así que sus vidas, terminan aquí” Omar sacó un arma y le disparó a Vilchis.

Vilchis esquivo la bala y se lanzó contra Omar, sin embargo él lo detuvo y lo lanzó contra el suelo. Omar le apunto a la cabeza con su arma pero antes de que disparará Jess se lanzó contra él con su bat. Lo golpeó en el hombro haciéndolo tirar su pistola, Jess se preparó para rematarlo pero Omar detuvo el bat y le dio un puñetazo en el estómago haciéndola caer de rodillas. Sentí un enojo correr por mi cuerpo, me levanté y pretendí cortarle la cabeza a Omar. Me lancé contra él, pero aquel coraje que sentía me impedía pensar claramente por lo cuál me logró esquivar y antes de que lo supiera me había metido un golpe en la nuca. Pude ver el rostro de Jess desmayado a mi lado mientras yo también perdía el conocimiento.

“Eso fue sencillo…” Omar dijo mientras pateaba el cuerpo de Harry.
“Pero si esto apenas comienza…” Vilchis estaba de pie detrás de Omar.
“Sigues vivo?” preguntó Omar incrédulo.
“Tenemos cuentas pendientes no?” dijo en tono de burla Vilchis.
“Cierto…” la voz de Omar se tornó más seria.
“Bien, desquítate…si te atreves” Vilchis lo retaba.
Omar rápidamente le metió un golpe a la cara de Vilchis. “Esto es por la Lobo!”
Vilchis recibió el golpe pero logro mantenerse de pie.
“Eso es todo?” Vilchis lo retaba más.
Omar comenzó a golpearlo, Vilchis lograba esquivar algunos golpes pero esta pelea estaba a favor de Omar. Vilchis finalmente logró meterle un golpe.
“Eso es lo mejor que tienes?” Omar reto ahora a Vilchis.
“No ganarás…” Vilchis le dijo mientras se preparaban a continuar su pelea.

En otra parte del campo de batalla Pancho y Laura se enfrentaban a Toño quien los observaba con un rostro sin emociones. Raúl llegó corriendo con ellos.
“Raúl! Qué pasa?” Pancho preguntó algo sorprendido.
“Vine a ayudarles, no creo que los dos puedan con tremendo gigantón…” dijo algo animado.
“Ok…y cómo demonios nos enfrentamos a eso?” preguntó Laura.
“No lo sé…está vivo?” preguntó Raúl.
“Veamos…” Laura apunto y le disparo al Toño robótico frente a ellos. Las balas simplemente rebotaban d su pecho. El rostro de Laura mostraba desánimo.
“Parece que…” Las palabras de Laura fueron cortadas cuando el Toño quien parecía inmóvil ya estaba de pie detrás de ella y tomó sus brazos lastimándola. Ella gritaba recibiendo el daño mientras sus muñecas eran apretadas por las manos de Toño.
“Déjala ir!” Pancho se lanzó contra él tratando de salvar a Laura sin embargo Toño sólo lanzó a Laura contra él enviando a ambos contra una pared de piedra de la cual cayeron ambos inconscientes.
“Demonios! Pancho! Lau!” Raúl trató de correr a ayudarlos pero fue interceptado por el gigantesco Toño.
“No…no pasarás” la voz de Toño se oía profunda y seria.
“Déjame pasar pedazo de hojalata!” Raúl parecía indignado al no poder ayudar a sus compañeros.
Toño no pretendía moverse un solo centímetro. Raúl estaba furioso y tomo dos ametralladoras y comenzó a dispararle a Toño sin compasión alguna. Cada bala lo hacía retroceder pero ninguna bala dañaba a Toño. Las balas de Raúl se acabaron y sólo se escuchaba el cliqueo de las ametralladoras vacías. Toño comenzó a acercarse lentamente a Raúl quien desesperadamente continuaba disparando balas de aire. A dos metros de él, Raúl le lanzó las ametralladoras las cuáles ni cosquillas le hicieron a Toño. El sudor corriendo por su frente y las memorias de su vida y de su amada corrían por su mente. En cuestión de segundos el brazo de Toño atravesó el pecho de Raúl perforando su corazón. El cayó al suelo mientras la sangre formaba un charco a su alrededor. Raúl murmuró una última palabra antes de quedar inmóvil frente a Toño.

Tovar estaba frente a Iraís, Aldo y Ramón. Hubo un momento en que cruzaban sus miradas, no lograban saber qué hacer al respecto.
“Tovar, y tú qué tienes contra nosotros?” Ramón le preguntó.
“No es nada personal…pero, eso les pasa por juntarse con la gente equivocada” dijo con algo de orgullo en su voz.
“Y con qué piensas destruirnos? No tienes armas ni eres mitad robot como tu compañero…” Aldo dijo indicando que su equipo tenía la ventaja.
“Lamento decirte…que yo también tengo un as bajo la manga” dijo con una sonrisa Tovar.
“A qué te refieres? Dijo Iraís preocupada.
“Harry no es el único con un brazo súper humano…” Tovar les decía mientras se quitaba la venda de su brazo izquierdo. “Aunque…él mío es mucho mejor que el de él”
Tovar reveló su brazo de tonalidad rojiza similar al de Harry pero de un tamaño mucho mayor que crecía conforme avanzaba el tiempo. Iraís, Aldo y Ramón observaban incrédulos como Tovar se preparaba para descuartizarlos con aquel demoníaco brazo.

Es cierto…cuando crees que las cosas mejorarán, la vida siempre te sorprende con una patada por detrás. No sé si lograremos sobrevivir a este infierno al que nos enfrentamos, no sé si volveremos a ver la luz del día o las estrellas, quizá no sobreviva de esta noche…espero equivocarme, espero que la suerte aún esté de nuestro lado…

Continuará...

1 comentario: