Survivor

Una epidemia extraña a comenzado a infectar al mundo entero, algunos resultan inmunes a dicha enfermedad...pero los demás terminan convirtiéndose en zombies...cuando el mundo llega a su fin...sólo los más fuertes sobrevivirán

lunes, 16 de agosto de 2010

Capítulo 15

SURVIVOR
When The WORLD COMES TO AN End...Only The Strongest Will Survive!

Part 15 “The Silence Of The Damned”

Recuerdo todo lo que vivimos estas últimas semanas, días llenos de miedo, llenos de tristeza y llenos de valor…Por un momento creímos que lo peor ya lo habíamos superado, y como una apuñalada en la espalda…todo cambio en un momento. Valdrá la pena seguir…o todo habrá terminado para nosotros?

Seguía manejando, note como Laura veía por la ventana tratando de ocultar su rostro lleno de preocupación. Harry seguía inconsciente en la parte trasera de la camioneta, Jess estaba cuidándolo desde que salimos de nuestro refugio. En ese preciso instante los recuerdos de esa noche demoníaca volvían a mi mente. Todo ese caos nos llevó a separarnos en dos grupos y viajamos con la esperanza de reencontrarnos en mi viejo pueblo.

Estaba tan metido en mis pensamientos que no noté el señalamiento: Bienvenidos a San Juan del Río. Tarde en procesarlo pero en cuanto pude frené.
“Qué pasó Pancho?” me preguntó Laura algo sorprendida y asustada a la vez.
“Estamos en San Juan del Río…” le dije en voz baja.
Ella me miró desconcertada incapaz de entender mis recientes acciones.
“Tenemos que reabastecernos…” le dije en voz baja otra vez.
“Tienes razón…” me respondió en voz baja también, “Necesitamos descansar…especialmente Harry”. Volteó ligeramente para observar la parte trasera de la camioneta.
“Estará bien…te lo prometo” le dije con sencillez.
Ella volteó a verme sorprendida. “Gracias…” me dijo con simpleza mientras alejaba su vista de mí.
Volví a encender la camioneta y entramos a aquella ciudad fantasma. Fuimos precavidos y estacioné la camioneta en un lugar escondido entre varios árboles. Me bajé de prisa seguido de cerca por Laura.

Ambos nos acercamos a la caja de la camioneta dónde vimos a Jess sentada a lado de un Harry inconsciente.
“Dónde estamos?” nos preguntó Jess con preocupación.
“Llegamos a San Juan del Río…vamos a buscar comida y gasolina” le contestó rápidamente Laura.
“Está bien…” desvío su mirada a Harry, “Y qué pasará con él?”
Laura se mordió el labio, yo intervine. “Vamos a encontrar un modo de salvarlo”.
Jess sonrió levemente, esa pequeña gota de esperanza era lo que necesitaba.
“No nos tardaremos…” Laura le dijo tratando de darle una cierta tranquilidad.
“Espera…” le dije rápidamente a Laura, ella me miró algo confundida, “Quédate con ellos…por favor”.
“Pero…” su mirada parecía incrédula ante mi decisión.
“Iré a revisar el lugar…mientras protégelos, por favor…” la miré directo a los ojos.
Finalmente accedió, no completamente convencida pero decidió confiar en mí.
“Ten mucho cuidado…” me dijo antes de que me fuera a adentrar a aquella jungla de muertos vivientes.

En aquellos momentos camine con cautela, era un lugar desconocido, sin embargo tenía que terminar con esto lo más pronto posible y regresar sano y salvo. Camine entre los autos destrozados y los cuerpos mutilados. En aquel lugar habían sufrido un fin similar al que ocurrió en Querétaro, seguramente todo el mundo ya había sido infectado. Suspiré sin ánimos. En verdad era el fin.

Me encontré en la entrada de una farmacia, entre sin dudarlo un solo segundo haciendo camino hacia la parte posterior del mostrador. Busqué entre el sin fin de cajas de medicamentos buscando algo, sin embargo no tenía la menor idea qué podría ayudar a Harry en esos momentos. Me levanté sin ánimos, el virus no podría ser detenido por medicamentos comunes. Finalmente me acerqué a la caja y vi una serie de cajas de cigarros y tome una junto con un encendedor, si no podía salvarlo…siquiera le brindaría la única cosa que podría hacerlo sentir un poco mejor. Me guarde los cigarros en mi pantalón y salí de la farmacia.

Continúe caminando en busca de una gasolinera donde pudiera abastecerme de gasolina pero no lograba encontrar nada. Aquella ciudad parecía estar desértica, no había encontrado ningún hediondo desde que había comenzado esta travesía. Quizá este lugar era seguro…mi momento de alegría se extinguió rápidamente al escuchar un sonido tan tétrico y familiar a la vez. Giré mi cabeza lentamente sólo para darme cuenta de la masa de muertos vivientes que se acercaban a mí. No me detuve a pensar y corrí de prisa sin fijarme en mi camino.

Termine en un callejón sin salida, escuchaba a los zombies acercándose, temí por mi vida, tome mi hacha y me preparé para lo peor. En ese instante se escuchó el crujido de una puerta y algo jaló de mi playera. En ese instante los sonidos macabros se oían a la distancia y una oscuridad rodeaba mi entorno. Escuché como una puerta se cerraba. Me levanté con cautela incapaz de imaginarme lo que estaría frente a mí.
“Quién es usted?” pregunté en voz baja.
“Es muy peligroso andar sólo en este lugar…” escuché como me respondían, era una voz grave que tenía un tono de familiaridad indescriptible.
Una luz se prendió y el cuarto se iluminó mostrándome la identidad de aquel sujeto. La sorpresa que me invadió en ese momento era sorprendente, de todos los lugares, de todas las personas…una sonrisa se formó en mi rostro.
“Závala…” fue la única palabra que pude decir.
“Nos conocemos?” me preguntó haciendo una de sus características muecas.
“Fui su alumno…no me recuerda?” le pregunté a mi antiguo profesor esperando una respuesta positiva.
Él me observó detenidamente. “No” me respondió finalmente. “Tengo mala memoria…pero te creeré”.
Quizá no era mucho pero ya era algo a mi favor.
“Y…qué haces en esta ciudad fantasma?” me preguntó mientras se tomaba una taza de café.
“Otros compañeros y yo escapamos de la facultad cuando todo inició y hemos llegado aquí en busca de ayuda” le resumí la historia.
“Entonces no estás sólo…bien…” me dijo mientras continuaba saboreando su café.
“Profesor…” traté de enfocar su atención en mí, “Quizá usted pueda ayudarnos…”
Efectivamente su mirada estaba fija en mí. “Explícate…” me dijo con seriedad.
“Creamos una especie de anti virus…sin embargo al aplicárselo a uno de nuestros compañeros…” tomé aire, “él tuvo…reacciones secundarias”.
“Ya veo…quieres ver si yo puedo salvarlo” me dijo con seriedad.
“Sí…” le respondí firmemente.
“De acuerdo…tráelo, veré qué puedo hacer por él…” dijo mientras tomaba otro largo trago de su café.

No perdí tiempo y salí corriendo de aquella casa. El profesor Závala me había explicado el camino, tan sólo tenía que llegar con ellos, Harry podía vivir.

Vi la camioneta a distancia, aún oculta tal y como se la había dejado a Laura. Para mi sorpresa los tres seguían en la caja de la camioneta.
“Pancho!” fui recibido por Laura.
“Prepárense…creo que encontré a alguien que puede ayudar a Harry” les dije con mucha emoción tratando de recuperar mi aliento.
Los tres me miraron sin palabras incapaces de creer las palabras que les decía.
“Descuiden…sigan escondiéndose” les di la orden antes de tomar el volante de la camioneta y manejando de prisa a la vieja casa donde estaba el salvador de Harry.

Deje la camioneta en las afueras de la casa, entre Laura y Jess bajaron a Harry mientras que yo tomé las pocas cosas que recuperamos de la bodega. Observé que no hubiera ningún hediondo a la vista antes de tocar ligeramente 3 veces la puerta. Después de 5 segundos, ésta se abrió repentinamente y los 4 entramos a la casa llena de oscuridad. Pude ver como una linterna iluminaba el rostro de Harry.
“Llévenlo al sótano, de prisa” dijo la voz del profesor. Todos seguimos sus pasos hacia el sótano que estaba iluminado.
“Pónganlo en la mesa” Jess y Laura obedecieron colocando a Harry en una mesa metálica.
Zavala comenzó a revisar a Harry de prisa. “Ya veo…mutación…si…”
Noté como Jess y Laura observaban fijamente al hombre que estaba revisando a su amigo en esos momentos.
“Bien...quizá…hm…” Zavala corrió hacia un armario donde tenía infinidad de frascos llenos de sustancias químicas orgánicas e inorgánicas.
“Qué le hará?” preguntó Jess muy consternada.
“El virus muta constantemente…al antivirus hace lo mismo…es necesario suministrarle un complejo que detenga la mutación” continuo buscando y mezclando sustancias.
“Se volverá uno de ellos?” preguntó Laura con miedo.
“No…pero sus células están sufriendo cambios que él no podrá soportar por mucho tiempo…por eso debemos detener esos cambios” finalmente se acercó con una jeringa llena de un líquido morado. “Esperemos que esto lo detenga…” Tomó su brazo y le administro la sustancia a Harry.
“Ahora qué?” preguntó Jess de nuevo.
“Sólo nos queda esperar…esperar a que su cuerpo acepté o rechacé el complejo” dijo el profesor con voz seria.
“Si lo acepta…vivirá?” preguntó Laura con miedo.
“Exactamente…”le respondió.
“Entonces si su cuerpo lo rechaza….” Preguntó Jess con temor.
“Su cuerpo continuará mutando hasta que sus células no lo toleren más y muera” dijo con seriedad en su voz. “Eso es todo lo que puedo hacer por él…” dijo sentándose y tomando de su taza de café. “Son sólo cuatro?”
“Por ciertas circunstancias…nos separamos, pero esperamos reencontrarnos próximamente” le respondí con franqueza.
El profesor observó a las dos mujeres con cuidado. “Yo las conozco…Jessica! Y…Laura! Nunca pasaste orgánica 1 verdad?”
Vi como Laura fijo su vista a sus botas un poco avergonzada ante el comentario.
“Es bueno ver que algunos estudiantes sobrevivieron a eso…” su voz se tornó melancólica.
“Usted cómo llegó aquí?” le pregunté lleno de curiosidad.
“Fue algo repentino…ningún maestro sabía lo que ocurría…mi hijo fue el que me informó y huimos juntos lejos de la capital” narro con seriedad el profesor.
“Tiene alguna idea de dónde surgió este virus?” preguntó Laura consternada.
“A veces las cosas más complicadas tienen su respuesta más cerca de lo que crees…” dijo con su característica voz.
Laura simplemente lo observó confundida incapaz de entender el punto de su oración.
“Es tan sólo un rumor…pero puede ser que el origen de este apocalíptico virus este en las entrañas de la facultad…ex facultad de química” dijo mientras una sombría seriedad cubría su rostro.
“Alguien de química fue capaz de hacer investigaciones referentes a armas biológicas?” pregunté sorprendido ante sus palabras.
Zavala me miro con mucha seriedad. “Desafortunadamente en este mundo…todos tienen su precio y nosotros tenemos los conocimientos para crear un apocalipsis en el mundo…”
De pronto se sintió un silencio que nos rodeaba. Zavala lo rompió.
“Deben estar agotados…en la planta de arriba me parece que hay un par de cuartos…deberían usarlos para descansar, no hay electricidad en las plantas de arriba pero estoy seguro les servirán” nos dijo con mucha cordialidad.
“Y por qué no hay luz arriba y sólo en el sótano?” preguntó Laura curiosa.
“En la noche la luz atrae a esos seres, aquí en el sótano no afecta pero en las plantas de arriba sí...así que me tomé la libertad de desconectarla” nos respondió con rapidez.
“Y cómo aquí aún hay luz?” preguntó Jess esta vez. “Pensé que ya no había electricidad en ningún lugar”.
“En este lugar no hay supervivientes…más que su servidor por supuesto, y no he consumido las reservas de esta ciudad” de nuevo respondió con rapidez.
“Muchas gracias…” interrumpí antes de que las preguntas continuarán, “Iremos a descansar entonces…”
“De acuerdo…vigilen a su amigo y no hagan ruido” nos dijo finalmente.
“Ya conocemos el procedimiento, gracias” tomé a Harry y subí con cuidado.
Laura se detuvo en las escaleras. “Y por qué no utiliza los cuartos de la planta alta?”
“Tengo mis razones…” volvió a tomar de su café.
Insatisfecha con la respuesta, Laura nos siguió a Jess y a mí en las escaleras.

Subimos hasta la planta alta de la casa. Efectivamente había 3 puertas, una era el baño y las otras dos llevaban a dos recamaras pequeñas. Coloqué A Harry sobre una cama que había en una de las recámaras.
“Pancho…yo cuidaré a Harry” me dijo Jess con cierta culpa en su rostro.
“Estás segura? Yo te puedo ayudar si quieres?” le respondí como cualquier buen compañero diría.
“Descuida…se lo debo” sonrió levemente, “Tú trata de descansar por favor…”
“Está bien…” suspiré mientras daba media vuelta hacia la otra recámara.

Entré y noté como Laura estaba viendo por una ventana. Me acerqué lentamente a ella para poder tener una idea más clara de lo que observaba fijamente.
“Que ves?” le pregunté mientras me ponía a su lado.
“Este lugar…está rodeado…cualquier movimiento en falso…” dijo con preocupación.
“No te preocupes por eso ahora” la distraje mientras cerraba las cortinas viejas que había en la ventana.
“Tienes razón…” ella levantó sus brazos y se estiró para luego quitarse su chamarra y sus botas sentándose en la orilla de la cama.
“Y Jess?” me preguntó inocentemente.
“Decidió quedarse a cuidar a Harry…” le dije mientras me quitaba mis armas y mis zapatos también.
Laura suspiró. “Él se arriesgo por ella después de todo…”
La observé fijamente, pude sentir como la culpa que sentía por la muerte de Julio volvía a brotar de ella. Me acerqué y me senté a su lado colocando mi brazo a su alrededor brindándole mi apoyo. En esos momentos fue lo único que se me ocurrió hacer.
“Pancho…” ella me miró directo a los ojos.
“Qué ocurre?” le pregunte con curiosidad.
Sentí como su rostro estaba a una distancia muy corta del mío, podía sentir su suave respiración. Me acerqué un poco más esperando la respuesta.
“Gracias…” me dijo mientras se levantaba de la cama y caminaba hacia un espejo roto que había en la habitación.

Me levante de igual manera y me acerqué a ella a sus espaldas y la abracé. Por un momento el tiempo se detuvo, sentía sus manos en mis brazos y su ligera calidez. En ese instante todas mis preocupaciones desaparecieron.

Al día siguiente fuimos recibidos por una grata sorpresa. Jess entró corriendo al cuarto, olvidándose por un momento de la situación zombie que había afuera.
“Es Harry!” dijo con lagrimas en los ojos.
“Qué pasó?” preguntó Laura alarmada.
“Despertó! Ya se estabilizó!” Aquella alegría irradiaba de sus ojos.
Laura y yo corrimos hacia el cuarto donde Zavala ya estaba revisando a Harry quien tenía uno de sus brazos vendados.
“Harry!” Laura se abalanzo contra el chico de lentes.
“Ow, ow…cuidado Lau…” dijo Harry contento y adolorido a la vez.
“Perdón...” Laura se separo de él algo avergonzada por su reacción impulsiva.
“Parece que vivirás…” le dijo Zavala con algo de orgullo. “Tú cuerpo aceptó el complejo y se detuvo la mutación”.
“Y por qué estoy vendado?” preguntó Harry por simple curiosidad.
“Tú brazo…dudo que se regeneré completamente…por lo pronto mantenlo así” le dijo sin responder su pregunta.
“Es bueno verte sano Harry…toma” le dije mientras le lanzaba la cajetilla de cigarros que le había conseguido.
“Gracias!” rápidamente tomó el cigarro y lo encendió disfrutando su vicio como de costumbre. Jess mando miradas desaprobatorias pero pronto las contuvo debido a la alegría de ver a Harry curado.
“Profesor…tenemos que irnos, por qué no nos acompaña?” le pregunté agradecido por su ayuda.
“Gracias…pero prefiero quedarme aquí” me respondió con rapidez.
“Muchas gracias…” le dijo Jess por última vez mientras nos preparábamos para viajar de nuevo
Dejamos la ciudad para continuar con nuestra travesía para llegar a San José. La carretera que tomamos nos llevo hacia Tequisquiapan, de ahí tomaríamos rumbo a San José. Nuestra suerte parecía estar cambiando, al menos regresaríamos 4 en vez de 3 como originalmente creí que sería.

El camino parecía tranquilo, sin embargo, tan pronto entramos a Tequisquiapan presentí que la mala suerte nos había alcanzado otra vez. Detuve la camioneta en seco cuando vi unas 6 motos que cubrían el paso de la carretera, las 6 con sujetos con cascos y armas de fuego, detrás de ellos una camioneta roja con más sujetos armados. Volteé a ver a Laura y a Jess y temí lo peor.

Pensé por un momento que ya habíamos sobrevivido a lo peor, me equivoqué, aquel recuerdo de lo que alguna vez fuimos o tuvimos desapareció. Creí que el mundo ya estaba roto…pero creo que subestime la situación, el verdadero fin apenas había comenzado….

Continuará…

1 comentario:

  1. Bno..para variar un capítulo con un poco de romance y un poco de felicidad para variar jeje espero q les guste! no olviden dejar sus comentariooos!

    ResponderEliminar