Survivor

Una epidemia extraña a comenzado a infectar al mundo entero, algunos resultan inmunes a dicha enfermedad...pero los demás terminan convirtiéndose en zombies...cuando el mundo llega a su fin...sólo los más fuertes sobrevivirán

lunes, 30 de agosto de 2010

Capítulo 17

SURVIVOR
When The WORLD COMES TO AN End...Only The Strongest Will Survive!

Part 17 “The Dark Side of the Heart”

Este mundo le pertenece a los más fuertes…esos somos nosotros, la vida nos dio razones para odiarla y nosotros nos cobramos esa deuda con la misma moneda…Sentimientos? Esos son sólo para los débiles…Amistad? Tan sólo es por conveniencia…Esperanza? Todo es una farsa…

Estaba sentado en el lobby, frente a mí estaban nuestros cuatro prisioneros, cada uno atado y desmayado en un sofá diferente. Había un gran silencio en aquel cuarto octagonal, estaba a cargo de ellos, esas fueron las órdenes de Omar. “Vigílalos hasta que despierten…y si llegarán a ponerse violentos…un simple disparo a la cabeza”. Órdenes sencillas y a la vez complicadas, aquellos frente a mi fueron alguna vez mis compañeros, algunos hasta mis amigos, pero los tiempos habían cambiado, ahora ellos eran nuestros rehenes y yo tenía el control.

Escuché unos ruidos, pequeños sonidos provenientes de mis rehenes, señales de que estaban despertando del estado inconsciente en el que se encontraban. Se retorcían levemente, pronto notando sus manos y pies atados, algunos de ellos con efectos secundarios de los métodos utilizados para noquearlos. Simplemente observé, pronto notarían mi presencia, pero hasta entonces me mantuve quieto en mi lugar.

“Mi cabeza…” Laura se retorcía de dolor en su lugar, incapaz de abrir sus ojos.
“Ah….Lau…estás bien?” Harry trataba de verla mientras inútilmente trataba de levantarse.
“Lau? Harry? Qué pasó? Dónde estamos?” Pancho trataba de zafar los amarres en sus manos.
“Pancho? Y Jess?” Harry volteaba a su alrededor buscándola.
“Harry…” se escuchó la voz de Jess débilmente responderle mientras trataba de recobrar su postura.
“Jess! Estás bien?” Harry le preguntó rápidamente.
“Creo que sí…” respondió débilmente.
“Oigan…ese es Vilchis?” Laura dijo mientras me miraba fijamente incapaz de creer lo que había frente a sus ojos.
“Vilchis!” Harry alzó su voz en un tono poco amigable.
“Veo que ya despertaron…” les dije con una pequeña mueca en mi rostro, noté como Harry se enfurecía en el momento al igual que Pancho.
“Qué demonios piensan hacer con nosotros!?” Pancho de pronto gritó.
“Tranquilo…gritando no vas a lograr liberar a tus compañeros” volví a sonreír, eso de tener el control era algo embriagante.
Noté que Pancho quería ponerse algo violento, pensaba divertirme un rato más con ellos pero supongo que por mi propia seguridad tendría que llamar a los demás. No dudé en hablarles por mi radio. En cuestión de segundos todos estaban en el lobby reunidos, esperando las próximas órdenes de Omar.
“Qué pasa Vilchis?” preguntó Omar con voz seria.
“Nada…tan solo te avisaba que los prisioneros estaban despiertos” le dije con mi usual tranquilidad.
“Tenerlos juntos es peligroso…Llévenselos a cuartos separados y vigílenlos…ya llegará el momento de que nos sean útiles…” Omar dijo con autoridad.
“Y qué haremos con ellos?” preguntó Dalay algo emocionado.
“Ya les encontraremos un fin útil…de eso no hay duda…” Omar sonrío y se dio la media vuelta retirándose del lobby.
“Y yo que quería tener el gusto de dispararle a alguno de ellos en la cabeza…” dijo Dalay mientras veía disimuladamente de reojo a Harry.
“Ya escucharon…Llévenselos” les dije mientras todos tomaban a uno de los rehenes, les tapaban los ojos con un paliacate y se los llevaban.
“Podremos alimentar a Beto con alguno de ellos?” preguntó Dalay nuevamente mientras se sentaba a mi lado.
“Sólo si Omar piensa desechar a alguno de ellos” le respondí.
“Qué tanto quiere con ellos? En su lugar los hubiera eliminado cuando los encontramos” dijo con mucha tranquilidad Dalay.
“Tiene planes…para cada uno de ellos” le respondí nuevamente.
“Bromeas? En verdad los cree útiles? Estamos bien tal cual” dijo con algo de recelo.
Simplemente ignore su comentario y abandoné el cuarto.

En una de las recámaras estaba Laura acostada en una cama, ojos vendados y manos y pies atados. Se retorcía en la cama matrimonial que se destendía con cada movimiento que hacía. En la esquina del cuarto estaba un hombre, el encargado de vigilarla, Josué. Con su camisa de cuadros y sus lentes de sol, fumaba con tranquilidad mientras veía a la chica tratar desesperadamente de liberarse.
“Nunca te vas a liberar” le dijo Josué con algo de burla en el tono.
“Quién está ahí?” preguntó Laura alarmada incapaz de reconocer la voz.
“Lau…tan despistada como siempre” Josué volvió a reírse ante la reacción de la chica.
“Qué quieren con nosotros? Porque nos engañaron?” Laura preguntó con algo de resentimiento.
“Lau…el mundo termino” le dijo mientras apagaba su cigarro en un cenicero de aluminio que estaba en la mesa redonda a su lado.
“Eso no es una razón para traicionar la confianza de los que alguna vez fueron amigos” ella dijo con algo de coraje en su voz.
Josué se quedó en silencio por unos minutos tratando de digerir las palabras dichas por aquella mujer.
“El mundo acabo…todos perdimos algo o alguien…y no por eso nos vez tratando de dominar todo a nuestro alrededor…” Laura continuo extrañada de no escuchar alguna respuesta. “Sigues ahí?”
“Sí…ustedes no la han tenido fácil verdad?” le preguntó Josué algo arrepentido.
“Para nada…he visto morir a mis amigos, incluso…tuve que quitarle la vida personalmente a uno de ellos…” dijo mientras recordaba aquel espantoso día en Celaya.
“A decir verdad…no sé que planea Omar, yo sólo sigo órdenes” dijo en voz baja.
“Por qué lo hacen? Qué les hizo la vida para que la odiarán tanto?” preguntó Laura.
“Fuimos quebrantados” Josué sonrío.
“Oye…” preguntó Laura.
“Qué pasa?” Josué le respondió su pregunta.
“Podrías quitarme al menos el paliacate de los ojos?” ella preguntó inocentemente.
Josué soltó una pequeña risa mientras se acercaba a la chica quitándole el paliacate que cubría sus ojos.

En otro cuarto se encontraba Harry en el mismo estado que sus demás amigos, atado de manos y pies y vendado de ojos, cada extremidad amarrada en uno de los extremos de la cama. En la mesa de la esquina estaban Tampa y Raúl jugando póker mientras observaban de reojo al inválido Harry.
“Te subo la apuesta…” Raúl colocaba más monedas en el pequeño montó que había en el centro de la mesa.
“Es puro juego…no te creo” Tampa colocaba más monedas en el montón desafiando a Raúl.
“Tómala!” Raúl bajo sus cartas mostrando que tenía una flor imperial.
“Te pasas! No!” Tampa sufría mientras él sólo tenía un full de aces.
“Qué les pasa!” Harry gritaba mientras trataba de moverse al menos un centímetro incapaz de lograrlo.
“Eres nuestro rehén, no hables!” Raúl le gritó a Harry mientras volvía a barajar las cartas.
“Podrían al menos darme un cigarro?” Harry preguntó inocentemente.
“Darte un cigarro sería un equivalente a dejarte libre…así que no!” Tampa se burló de él.
“Jódanse!” Harry estaba en verdad enojado.
“Tienes idea de los martirios que hemos pasado para estar dónde estamos ahora? Sabes cuántas personas han muerto?” Raúl se levantó enfadado.
Harry se río irónicamente. “Sabes lo que nosotros pasamos? He matado a mis amigos, no fui capaz de salvar a la persona que más quiero, me he convertido en un fenómeno de la naturaleza!”
Raúl se preparó para responder cuando alguien entró por la puerta.
“Qué quieres Dalay?” Raúl preguntó algo molesto.
“Tengo órdenes de encargarme de Harry…” respondió con una sonrisa en su rostro.
“Tan pronto?” Tampa preguntó incrédulo.
“Sí, tendré los honores...Desátenlo, yo me encargaré de él” dijo ordenándole a Raúl.
Raúl contuvo las ganas de golpear a su compañero y desató a Harry, Dalay se lo llevó arrastrando con dificultad.

Dalay se llevó a Harry a una cancha de tenis, donde lo colocó en el suelo mientras cargaba su arma de 8mm.
“Te daré el gusto de ver a la persona que te quitará la vida…” Dalay le dijo mientras le quitaba el paliacate de los ojos.
“Eres un maldito…” Harry lo miraba con odio.
Dalay colocó la pistola en la frente de Harry. “Y qué piensas hacer al respecto?”
La furia de Harry recorría cada vena de su cuerpo, cada terminación nerviosa mientras se escuchaba como la pistola era preparada para disparar.
Fuera de la nada el brazo vendado de Harry comenzó a aumentar de tamaño liberándose de la atadura y golpeando a Dalay haciendo que éste fallará el tiro y terminará en el suelo. La venda que cubría el brazo de Harry se rompió liberando un brazo de tonalidad oscura, casi negra, de un tamaño superior al otro brazo y las venas sobresalientes. Harry terminó de liberarse y se levantó caminando hacia Dalay quien lo miraba con temor.
“Vamos Harry…sabes que era broma…eres mi amigo” trataba de convencerlo con palabras falsas.
Harry poseído por la furia con su brazo mutado tomó a Dalay de la cabeza alzándolo en el aire, mirándolo con odio.
“No hagas esto...no quieres cargar mi muerte en tu conciencia…” Dalay suplicaba.
“He matado cosas más valiosas que tú…” Harry le dijo mientras apretaba su cráneo el cuál tronaba en sus manos cubriendo su rostro de sangre ajena. Él lanzó el cuerpo a la orilla de la cancha y se adentró al hotel para salvar a sus amigos.

En otra recámara estaba Pancho atado en una silla, completamente inmóvil en la esquina del cuarto con su rostro apuntando a la esquina del cuarto. Toño y Tovar resguardaban el cuarto, sabían que un movimiento en falso sería peligroso, Pancho era un buen rival de pelea, el más peligroso de los cuatro. La puerta se abrió en seco.
“Omar, qué pasa?” preguntó Tovar.
“Vengo a hablar con Pancho…” él sonrió.
Toño pronto acercó la silla y le quitó la venda de los ojos.
“Omar…qué quieres?” Pancho preguntó algo desafiante.
“A decir verdad…no me he deshecho de ninguno de ustedes porque sé que me serán útiles” dijo Omar mientras se sentaba en una silla y continuaba fumando su cigarro.
“A qué te refieres?” preguntó Pancho confundido.
“Jess tiene todas las cualidades necesarias para ser mi chica en este nuevo mundo, Harry y Lau tienen cualidades que me pueden ser muy útiles, y tú, yo quiero que tú te unas a nosotros…” Omar sonrió.
“Y qué si no quiero?” Pancho volvió a desafiarlo.
“En tú lugar aceptaría…muchas cosas pueden pasar…Puedo matarte o puedo matar a…Lau, por ejemplo” Omar trataba de chantajear a Pancho.
“No te atrevas a hacerle algo!” Pancho se enojo.
“No volveré a preguntarte…te nos unes o prefieres morir?” le preguntó con seriedad.
“Antes muerto que parte de tú grupo terrorista” Pancho lo miró con odio.
“De acuerdo…”Omar se levantó, “Llévenlo con Beto…” dijo antes de retirarse.
Toño y Tovar tomaron a Pancho y lo llevaron a rastras a un salón de fiestas, sangre y marcas de manos cubrían las paredes, charcos de sangre coagulada en el suelo. Pancho fue arrojado al cuarto antes de que Tovar y Toño cerrarán la puerta con llave. Pancho se alzó algo confundido.
“Ten cuidado…hace semanas que no alimentamos a nuestra mascota” le dijo Tovar antes de retirarse.
Pancho oyó un gruñido y giró lentamente sólo para encontrarse cara a cara con Beto quien ahora en un zombie rabioso y hambriento que no dudo en correr hacia él. Pancho logró patearlo antes de que éste pudiera darle una mordida en el hombro. Pancho seguía atado de manos y eso reducía su capacidad d atacar a su contrincante. Beto atacaba sin césar, era pateado y se volvía a levantar y volvía a correr hacia Pancho. Finalmente Pancho encontró un clavo salido en la pared y logró liberar sus manos atrapando al zombie con ellas y tirándose al suelo con él inmovilizándolo y quebrando su cuello en el proceso dejando el cuerpo inmóvil de quien alguna vez fue Beto. Él se alzó algo herido y se acercó a la puerta, estaba furioso y completamente dispuesto a salvar a sus compañeros costará lo que costará. Rompió la puerta de un golpe y salió del cuarto.

En otra recámara estaba Jess atada y vendada en una cama. Vilchis se acercó a ella y le quitó la venda de los ojos. Sus ojos estaban algo hinchados, el cloroformo la había debilitado.
“Vilchis…” Jess dijo con la poca voz que salía de sus cuerdas vocales.
“Por qué no simplemente ceden…terminarán muertos” le dije resaltando nuestra victoria inminente.
“Vilchis…qué les pasó? Qué te pasó?” ella me preguntó.
“Yo sigo siendo el mismo…el mundo es el que cambio” le respondí con tranquilidad.
“Eso es una excusa…tú no eras así” ella me volvía a decir.
“No te engañes…siempre fui así, tú conociste a un Vilchis ingenuo” le dije perdiendo un poco de mi tranquilidad.
“Sabes…Harry casi pierde su vida tratando de salvarme” me dijo con algo de culpa en su voz.
“Siempre ha sido alguien impulsivo, es sorprendente que aún siga vivo” le respondí tratando de ignorar el punto que trababa de mostrar.
“No trates de hacerte el frio conmigo…yo sé que a pesar d todo aún sigues teniendo algo del Vilchis que alguna vez conocí” ella trataba d convencerme.
“Te estás engañando, yo soy un asesino, soy un vale madres, y te consta!” Perdí toda mi tranquilidad.
“A pesar de todo…aún hay esperanza, para ti, para mí, para el mundo” ella me sonrío como sólo ella sabía sonreír, sentí una extraña calidez en mi corazón en ese preciso instante.
Observe sus ojos fijamente y saqué una navaja de mi bolsillo. La liberé, quite sus ataduras y la ayude a levantarse.
“Qué pasa?” ella me preguntó asustada y confundida.
“Creeré en lo que dices…no quiero verlos muertos…” finalmente cedí a sus intenciones.
“Vilchis…” ella me abrazó aceptando mi cambio de corazón, no cualquiera haría eso a estas alturas.
Me separé de ella. “Bien, lo primero es escapar de aquí, su camioneta esta en el estacionamiento…necesitaremos armas…sígueme” tome su mano y la guíe lejos del cuarto.

Pancho corría por los pasillos revisando cada cuarto esperando encontrar a alguno de sus compañeros, con suerte aún seguían siendo rehenes. Llego a la última puerta de uno de los pasillos y para su sorpresa estaba Laura aún atada en la cama y Josué fumando tranquilamente.
“Déjala ir!” Pancho entró furioso dirigiéndose a Josué.
“Tranquilo…” Josué trataba de calmarlo, “No voy a hacerle daño…”
“Qué?” Pancho lo veía incrédulo.
“Creo que Omar se está pasando de la raya…ya no me agrada, es hora de darle su merecido” Se acercó a Laura y la liberó.
“Estás bien?” Pancho le preguntó.
“Sí, tenemos que salir de aquí” ella le respondió.
“Sugieres algo?” Pancho se dirigió a Josué.
“Tengo una idea algo explosiva…” Josué sonrío mientras salía corriendo del cuarto y tanto Laura como Pancho lo seguían de cerca.
Jess y yo habíamos llegado al almacén de armas, ella aún seguía incrédula del hecho d que yo la estaba ayudando. Estaba tratando d abrir la puerta cuando sentí una mano aferrarse de mi cuello y como me azotaba contra la pared.
“Vilchis…me las vas a pagar…” Harry me veía con odio.
“Espera Harry!” Jess se acercó a él.
“Jess! Qué pasa?” Harry estaba confundido.
“Tranquilo, Vilchis no es el enemigo…es uno de nosotros” ella le explicó.
“Enserio?” le dijo algo incrédulo pero creyó en Jess.
Poco a poco sentí como aflojaba su agarre y me dejaba en el suelo.
“Cuál es el plan?”Harry preguntó aún indeciso.
“Robaremos unas armas” le dije algo sonriente, nuestra escapatoria sería memorable.

En otro cuarto estaban Josué, Laura y Pancho de pie viendo una caja llena de granadas y bombas molotov.
“Bombas?” Laura preguntó confundida.
“Creo que es un método seguro de escape” dijo Josué muy convencido de su plan.
“De acuerdo…” Pancho estaba de acuerdo con el plan de Josué.
Pronto escucharon pasos y disparos detrás de ellos. Cada quién tomó bombas y granadas y salieron del cuarto, Toño y Tovar los perseguían disparando con unos rifles.
“Eres un traidor Josué!” Toño le gritaba mientras disparaba.
Comenzaron a lanzar las granadas pero Toño y Tovar eran imparables, en eso una bala pérdida le dio a Josué en el brazo inhabilitándolo para lanzar granadas. Laura tomó la oportunidad y lanzó una granada que golpeó el pecho de Toño antes de caer en el suelo y explotar dejándolo gravemente herido en el suelo, Tovar se regresó preocupado por su amigo, sin embargo Pancho lanzó un par de bombas molotov y también lo noqueó. Entré Laura y Pancho ayudaron a Josué quien estaba herido y continuaron con su escape del hotel.

En el lobby se estaba llevando a cabo otra batalla mientras Raúl y Tampa nos disparaban a Jess, Harry y a mí. Harry logró tomar a Raúl con su brazo y lo lanzó contra una mesa dejándolo también noqueado, Tampa soltó su arma antes d que Harry pudiera lastimarlo.
Escuché más pasos acercándose, preparé mi arma de fuego, pero tan sólo eran Pancho y Laura con Josué.
“Están bien!” Harry exclamó.
“Sí…tuvimos algo de ayuda” Pancho respondió señalando a Josué.
“Bien, que bueno que estén felices y contentos pero por si no se han dado cuenta tenemos que escapar antes de que…” mis palabras fueron cortadas.
“Antes de que qué Vilchis?” escuché la voz de Omar cerca.
Giré tan sólo para verlo apuntándonos con un arma de fuego inmensa, seguro la bazooka que encontramos en la zona militar.
“Omar! Por qué quieres destruirnos?” Laura le preguntaba preocupada.
“Niña Lau…eres tan ingenua…todos ustedes, sólo los utilizo para mis propios fines…” el dijo con tanta ira y orgullo a la vez.
“Maldito!” Tampa salió de la nada y le lanzó una bomba molotov que explotó haciéndolo disparar la bazooka a otro lado, Pancho aprovechó el momento para acercarse a él y darle un golpe directo en la mandíbula mandándolo volar unos 10 pies de distancia contra una pared. El cayó inconciente.
“Vámonos!” les dije mientras todos corrimos al estacionamiento.
Ellos cuatro se subieron a la camioneta silverado mientras que nosotros tomamos posesión de la camioneta roja y huimos mientras el hotel se desmoronaba a nuestras espaldas.

Me equivoqué…esa humanidad aún existe, alguien pudo devolvérmela antes de que fuera demasiado tarde. El mundo había acabado pero mi aventura apenas comenzaba, sobrevivir, eso sí que sería algo que valdría la pena ver, sobrevivir para ver un nuevo día…

Continuará…

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