Survivor

Una epidemia extraña a comenzado a infectar al mundo entero, algunos resultan inmunes a dicha enfermedad...pero los demás terminan convirtiéndose en zombies...cuando el mundo llega a su fin...sólo los más fuertes sobrevivirán

domingo, 31 de julio de 2011

Capítulo 30

SURVIVOR
When The WORLD COMES TO AN End...Only The Strongest Will Survive!

Part 30 “Back To Hell’s Gate”

Una sutil brisa nos guía hacia el final…un camino solitario, una ciudad quebrantada y sólo una puerta hacia el infierno…Mientras caminamos hacia nuestro mismo final, incapaces de imaginarnos lo que encontraremos o si viviremos…

El viaje pareció tranquilo, a pesar de la corta distancia pareció durar más de lo esperado. Guiados por aquel viejo jeep donde viajaba Laura; quién creería que seguía viva? Entramos a la ciudad y le dimos la vuelta por el libramiento sur poniente rodeando la zona centro y entrando por la salida a Celaya. La ciudad estaba destrozada, sin embargo, tranquila, nos hicimos paso entre los autos abandonados, ya con señales de óxido, hasta llegar al hospital San José.

Los autos quedaron estacionados afuera, todos salimos y entramos al edificio de vidrios rotos. Nos reunimos en la sala central, armas arriba, esperando el siguiente movimiento.
“Ahora qué Lau?” pregunto Harry.
“Bien, el siguiente paso es primordial…” ella dijo mientras sacaba un mapa de su cinturón y lo colocaba en el suelo. “Isidro tiene vigilados los alrededores…hay cámaras en estas zonas…” dijo mientras marcaba con x el mapa.
“Demasiado precavido…” Vilchis dijo pensativo.
“Lo más conveniente es que se vayan por estas calles…” Laura dijo señalando una ruta alterna. “Deben evitar ser vistos o hacer cualquier escena ruidosa…eso quiere decir que nada de enfrentamientos violentos” ella dijo viéndonos con seriedad.
“Muy bien, entendemos el mensaje, cero peleas” Harry respondió con suavidad.
“Qué hay de ti?” Pancho pregunto.
Laura suspiró. “Yo me adelantaré a la universidad y acabaré con la electricidad, de ese modo podrán entrar sin ser vistos durante el caos” ella dijo con seriedad.
“Y si te descubren?” Jess le pregunto preocupada.
Laura esbozo una pequeña sonrisa. “No se preocupen por mi…yo puedo con esto”.
“Muy bien, en ese caso toma” Pancho le entrego un radio a Laura. “Nos mantendremos en contacto con esto”.
Laura afirmó moviendo su cabeza. “Muy bien tienen exactamente 1 hora para llegar, Isidro no tardará en darse cuenta de mi traición, entonces deben actuar de prisa” finalmente dijo. “Suerte” Harry le dijo con cierto sentimiento.
“Esperemos todo salga bien…” Laura se despidió y se puso sus lentes oscuros partiendo hacia las puertas del infierno.
“Ya la escucharon” Ramón se levantó. “A ponernos en marcha, la operación matar al desgraciado ha comenzado” dijo con una gran sonrisa.
Sentí como por un momento hasta yo me sentía capaz de llevar acabo todo aquello, parecíamos imparables, teníamos una especie de fuerza que nos haría terminar con todo de una buena vez. El sólo pensar en la tranquilidad que vendría del ya no tener batallas, poder recuperar aquella vida que deje. Todo me brindaba una gran felicidad.

Laura llego en el jeep a las puertas de la universidad, éstas se abrieron dejándola entrar, ella continuo, parecía nerviosa pero trataba de controlarse. Muchas vidas dependían de ella, a pesar de no recordarlos, algo la provocaba a querer ayudarlos, eran sentimientos sinceros, tal vez de sus viejos recuerdos, ella quiso pensar.

Dejo su jeep y entro al edificio principal donde estaban los controles de la electricidad. Ella entró como normalmente lo hacía, retiro sus lentes y camino directamente al cuarto, pero alguien la detuvo.
“Tan pronto vuelves de tú misión?” le pregunto Zarco quien se hallaba sentado observando a la mujer.
“Tengo cosas importantes que hacer” ella trato de desviar el tema.
“Entonces deberías reportarte con Omar” parecía que Zarco supiera lo que ella planeaba hacer.
“En un momento…” Laura fue interrumpida bruscamente.
“Zarco! Necesito que me ayudes con u asunto en las celdas de contención…Laura! Volviste” Omar pareció sorprendido de verla.
“Vine a reportarme” por un momento sintió que la suerte la acompañaba.
“Muy bien, en un momento hablamos, Zarco, vamos” Omar se retiro con Zarco siguiéndolo de cerca.
Laura soltó un suspiro mientras se acercaba al cuarto, llego y vio una serie de controles. Finalmente ubico la palanca que buscaba. “Muy bien…” ella tomo el radio. “Listos? Recuerden…es su única oportunidad, tienen 30 segundos para entrar antes de que se active la reserva…aquí va” ella bajo la palanca y todas las luces se apagaron. “Hora de irme” ella salió corriendo alcanzando sus armas y huyendo, si la encontraban, moriría, era hora de buscar a los demás. Sin embargo Isidro la observaba desde lo alto mientras escapaba. “Maldita…” dijo entre dientes.

Comenzó a sonar una alarma mientras todos entraban a la universidad por la puerta principal. Esto capto la atención de Omar y Zarco.
“Intrusos!” Omar parecía sorprendido, “Tenemos que informarle a Isidro!” Omar corrió con Zarco al edificio donde se encontraba Isidro.

Pancho se detuvo de repente frente al grupo armado. “Muy bien estamos dentro, tenemos que separarnos, destruyan todo…y si encuentran a Isidro o a Omar, mátenlos” Pancho respiro profundo. “Traten de no morir…”
Todos lo vieron con cierta seriedad accediendo, parecíamos listos para morir, como cualquier buen soldado. En cuestión de segundos todos rompimos filas y tomamos diferentes caminos destruyendo todo a nuestro paso, fueran zombies, secuaces o experimentos, todo.

En el edificio Omar entro junto con Zarco buscando a Isidro. Finalmente lo hayaron en su oficina cómodamente sentado.
“Tenemos intrusos! Son ellos!” Omar le grito algo agitado.
“Lo sé…”Isidro parecía controlarse. “Tú amiga los dejo entrar…parece que nos ha traicionado”
“Laura…enserio?” Omar parecía incrédulo.
“La vi con mis propios ojos…sabía que debimos matarla cuando tuvimos la oportunidad!” Isidro cambio su expresión a una furibunda.
“Pero…cómo…creí que…”Omar no sabía que responderle mientras Zarco lo veía curioso.
“Ya sabes qué tienes que hacer, mátala!” Isidro le grito. “Y tú Zarco…encárgate de ellos” Isidro les ordenó.
“Sí, la matare…” Omar se retiro con Zarco de cerca.
Isidro se levantó de su asiento y camino a un panel d control. “Es una lástima…pero no puedo poner en peligro todo lo que he hecho hasta ahora” el sonrió mientras bajaba los switches en el panel. “No puedo contar con ustedes…así que mis experimentos se encargarán de todo, incluso de ti y de Zarco” su mirada parecía llena de maldad, finalmente se regreso y tomó una maleta. “Parece que tendré que retirarme…”

Entre el silencio que había en la universidad tras apagarse la alarma, no se escuchaba nada más que nuestras respiraciones. Entre aquel silencio de pronto surgió un extraño sonido que retumbo en nuestros oídos, una especie de mezcla entre una carcajada y el sonido que haría un zombie, parecía un llamado, algo familiar como si alguna vez lo hubiésemos escuchado cuando nuestras vidas eran normales. A lo lejos se vio como una figura femenina, un zombie de seguro, continuaba haciendo ese ruido, aquel zombie asemejaba tanto a Genesis, y su risa parecía ser un llamado que atraía a los zombies…

Ramón corría hacia el almacén con su arma en alto tratando de destruir cualquier cosa en su camino, fuera lo que sea, disparaba su ametralladora sin piedad. Parecía victorioso hasta que un puño rojo de la nada lo golpeo en la cara lanzándolo dentro de las ruinas del almacén.
“Qué demonios…” Ramón se levantó tocando su barbilla adolorida. “Qué fue eso?”
Pronto escuchó unos pasos fuertes acercarse a él. Él simplemente tomó su arma preparándose para lo peor cuando lo vio entrar. Una especie de zombie rojo gigante, demasiado musculoso y con una mirada penetrante, sin embargo, él notó unos rasgos familiares en aquel sujeto.
“Juan Ma?” parecía confundido Ramón. El zombie sólo lo miró antes de plantarle otro golpe que lo lanzó contra un estante lleno de material de vidrio.

Iraís por otro lado iba dentro del edifico 1 buscando zombies y experimentos o lo que fuera. Tenía su katana en alto y en su cinturón varias granadas proporcionadas por Josué. Ella actuaba cautelosa, no quería morir en aquel lugar y mucho menos en una situación como aquella. Su oportunidad de demostrar lo fuerte que es, para que Aldo no tuviera que salvarla de nuevo. De pronto escuchó un extraño sonido proveniente de un salón. Ella se asomó con cautela y vio un monstruo en un rincón alimnentándose. Ella entro y lo enfrento rápidamente.
“Qué demonios eres tú…”se dijo así misma mientras el monstruo se levantaba y le mostraba su rostro.
“No puede ser…” ella bajo su katana lentamente de la sorpresa. “Hacha? Zavala?” frente a ella estaba un zombie con la mitad del rostro de hachita y la otra mitad de Hector Závala. Personajes que conocía, no podía creer que Isidro hubiera hecho eso con ellos.
Ante su sorpresa Iraís soltó su katana quedando indefensa. Parecía no haber peligro pues aquel monstruo se movía como cualquier otro zombie, lento y sin coordinación pero en cuestión de segundos este corrió hacia ella la tomó de golpe y salieron por una ventana. Iraís sólo logró alejarlo de su yugular, pero estaba atrapada.

Vilchis caminaba por un pasillo angosto con salones a su alrededor, cauteloso, los recuerdos de aquel día que todo comenzó lo acecharon por un momento. Aquel recuerdo de la coordinadora de QFB alimentándose de sus alumnos, todo le brindaba nauseas tan sólo de recordarlo. En un instante escuchó un gruñido y de los baños salió una mujer gorda con los ojos en blanco y su boca y uñas embarradas de sangre, la mujer lo miro por unos segundos. Vilchis parecía paralizado al ver a su pesadilla vuelta realidad… “Isidro la mantuvo con vida? Pero si esa mujer…pensé…pensé que había muerto!” Vilchis tartamudeó.
La mujer soltó otro gruñido y corrió hacia él como si tan sólo fuera impulsada por el deseo de alimentarse.
Vilchis brincó hacia el pasto en un lado evitando a la mujer, sin embargo esta se detuvo y lo vio tomando vuelo hacia él. Vilchis se levantó y corrió pero la mujer monstruosa fue más veloz y lo tomó lanzándolo hacia la fuente que había allí. Entre los esfuerzos por no ahogarse y evitar ser la comida de aquella mujer Vilchis parecía inmovilizado.

Sharon caminaba por las orillas de la facultad, muy cautelosa con su rifle automático en alto. Vio como una horda de zombies la acechaban, sabía que no podía correr pues su pierna seguía lastimada pero confiaba en su puntería. Ella comenzó a deshacerse de los zombies con un tiro certero en la frente, parecían ser zombies normales. Detrás de ellos otro zombie se acercó a ella, éste portaba un arma y caminaba diferente que los demás. Ella se ajustó los lentes tratando de ver mejor al personaje que se acercaba, Zarco quizá? Pero para su sorpresa era un viejo amigo, un viejo amigo zombie que caminaba para matarla y posiblemente comerse su cerebro. Ella comenzó a dispararle pero el zombie evitaba los tiros finalmente la alcanzó y de un certero golpe tiró su rifle y a ella en el suelo.
“Guza…Abraham…” no podía creer que un zombie pudiera tener tal inteligencia como para derrotarla con un arma. Estaba atrapada entre el asfalto y el rifle de su amigo zombie.

Laura corría, tenía que alejarse de Omar o Zarco, seguro ya tenía órdenes de eliminarla, pero también tenía que ayudarle a los demás, no pensaba dejarlos solos en su lucha, de cierto modo, ella sentía que debía ser parte de aquello, ella mataría por recuperar sus recuerdos y poder ayudarles. Mientras corría ella tropezó, como traía sus pistolas en la mano, ella azotó con fuerza contra el cemento, raspando su mejilla.
“Muy mal…en verdad pensabas huir? Tú provocaste esto” Omar le dijo mientras ella veía sus pies frente a ella. De un tiró sintió como alguien la levantaba de los hombros y pudo ver el rostro de Omar frente al de ella. “Por qué lo hiciste!? Por qué nos traicionaste?!” Su voz sonaba enojada.
“Me mentiste…” Laura le dijo con sencillez incapaz de decir más.
“Qué te dijeron ellos?!” Omar exigía respuestas.
“Me mentiste sobre todo! Me mentiste sobre mí, sobre Julio y sobre ellos!”Laura no pensaba retroceder.
“Pero te salve la vida, y de eso no te mentí…ellos te abandonaron a tú suerte y yo te salvé!” Omar parecía renegar la situación.
“No te creo…estoy de su lado” Laura lo retó.
“Entonces tendré que matarte…” Omar le dijo con seriedad y seguridad.
“Déjala en paz!” Jess interrumpió confundiendo a Omar lo suficiente para que Laura se liberara de él de un simple golpe.
“Qué haces tú aquí?!” Omar le reclamó.
Jess se interpuso entre Omar y Laura. “No voy a dejarte que le hagas daño…” ella parecía decidida.
Omar la miraba con ojos furibundos.
“Tú…la pusiste en nuestra contra, la utilizaste…cómo pudiste?” Jess le reclamó.
“Le salvé la vida!” Omar le respondió.
“Creo que tú y yo tenemos algo pendiente…” Jess lo volvió a retar.
“Qué no recuerdas que no pudiste contra mí cuando eran 3 contra 1?” Omar soltó una carcajada.
“No te tengo miedo” La mirada de Jess parecía decidida, ella volteo a ver a Laura “Vete, yo me encargo de él…” su mirada se poso fijamente en Omar.
Omar parecía consternado. “Está bien” Laura le respondió y se fue corriendo.

A pesar de ser la batalla final yo aún me sentí incapaz de creer lo mucho que se esperaba de mí en estos momentos. Nunca creí tener un papel tan importante, a decir verdad nunca creí que llegaríamos tan lejos, si ni siquiera creía que saldríamos de Galerías con vida. Sin embargo aquí estaba, caminando con mis audífonos en mi cuello, un caminar lento, procurando observar a mi alrededor. Pronto escuché a alguien llamar mi nombre.
“Aldo” una voz ligeramente familiar. Voltee, no vi nada. “Aldo” volví a escuchar, voltee y vi una figura correr. “Aldo, Aldo, Aldo” Escuché un sinfín de veces. Pronto vi acercarse a mis acechadores. “Poncho…muchos Ponchos” eran una especie de clones de mi amigo, pero había algo extraño en ellos, comenzaron a rodearme, poco a poco se acercaban más, eran fácil 10 o 15 personajes. Traté de retroceder pero me tenían rodeado acercándose más y más. A una cierta distancia se acercaron y se detuvieron. Los miré expectante.

De pronto sus rostros cambiaron y soltaron un fuerte gruñido y saltaron hacia mí. En medio de la locura tan sólo logré protegerme y de un suave golpe logre herir a uno pero pude ver como esbozaba una cruel sonrisa. Antes de que me diera cuenta explotó, simplemente me cubrí tratando de protegerme en el suelo. Al explotar soltó una especie de líquido azulado que logró caerme en un brazo y sentí como me quemaba la piel, incluso sentí el ardor en el músculo. Grite, grite como nunca, aquel dolor era impresionante, no sólo eran zombies clones de mi amigo, también al matarlos explotaban soltando ácido. A qué mente enfermiza se le pudo ocurrir hacer algo así?

Aquel infierno al que nos habíamos metido…No había vuelta atrás, nos enfrentábamos al mismísimo ejército de las tinieblas, destruidos en este lugar…o vivir para un nuevo mañana…en ese momento me sentí lo menos optimista que podía ser…

Continuará…

Capítulo 29

SURVIVOR
When The WORLD COMES TO AN End...Only The Strongest Will Survive!

Part 29 “The Last Hope”

El final nos acecha…no tenemos ningún arma más que nuestra propia esperanza, aquella que nos mantiene con vida, que nos permite mantener nuestra cordura…al menos la poca que queda…Será posible sobrevivir con sólo esperanza? O moriremos intentando ser héroes…

La figura de Laura estaba sentada sobre una cama individual con sábanas grises, su cara denotaba aún confusión, sus cabellos enredados, su rostro sucio con una mezcla de lagrimas y lodo seco, sus ropas igualmente manchadas. Su cerebro parecía estar trabajando a mil por hora, recordando los últimos sucesos.

Ustedes me convirtieron en esto…”
“Te equivocas…”
“Eres el que asesinó a Julio!”
“No…yo no lo mate…fuiste tú”
“No es cierto! Me estas mintiendo!”
“Si yo hubiera sabido que seguías con vida…aunque me hubiera costado mi propia vida te hubiera salvado!”
“Estas mintiendo! Todos ustedes hicieron un complot! Me usaron!”
“Laura…”
“No me toques…o juro que te mato”


Su mirada seguía perdida. Se abrió una puerta repentinamente, Omar entró con una mirada algo consternada.
“Laura, qué paso? Estás bien?” le dijo mientras observaba el estado deplorable de su compañera. Laura alzó su cabeza para ver a los ojos a Omar.
“Descuida…estoy bien” le respondió secamente.
“Cumpliste tú misión?” Omar le preguntó con un tono un poco más agresivo.
“Logre matar a de los Cobos…pero el otro se escapo” le respondió evitando verlo.
“Recibí noticias de Zarco…él cumplió con su trabajo y…” Omar fue interrumpido bruscamente.
“Te puedo hacer una pregunta?” Laura cambio el tema.
“Qué pasó?” la mirada de Omar parecía fría y preocupada.
“Todo lo que me dijiste…era verdad?” la mirada de Laura se posó en su botas mientras sus manos jugueteaban entre ellas nerviosamente.
La mirada de Omar se posó fijamente en ella. “Por qué tendría que haberte mentido?” respondió con un tono agresivo y a las vez pasivo.
“Sólo respóndeme…” Laura trató de mirar a Omar con firmeza. “Todo lo que me dijiste era verdad o no?” su voz parecía desesperada.
“Estás dudando de mi?” su rostro parecía dolido. “Creí que confiabas en mi…”
“Por favor…” los ojos de Laura parecían suplicar la verdad.
Omar la vió seriamente. “Todo es verdad…yo no te mentiría”
Laura suspiró. “Gracias…eso era lo que necesitaba saber…” su mirada volvió a posarse en sus botas.
Omar la miro confundido. “Deberías limpiarte y curar tus heridas, Isidro quiere vernos…” con esas palabras Omar se retiro. Laura permaneció sentada unos minutos más antes de levantarse y caminar hacia un lavabo con un espejo roto donde se lavo su cara. Ella miro al espejo viendo su reflejo partido, sintiéndose así por dentro. Se seco con una toalla rosa pálido y camino por dónde Omar se había retirado.

Parecía que nuestra suerte sólo empeoraba, aquel enfrentamiento nos dejo sin refugio, muchos heridos, dos vehículos menos y nuestro orgullo destrozado. Después de que la Peña de Bernal volará en miles de pedazos cubriendo medio pueblo, los que sobrevivimos nos reunimos para preparar lo que seguiría, a lo cual todos opinamos en buscar un nuevo refugio por el momento. Lo cierto es que Sharon nos había logrado advertir sobre Zarco y su traición, sin embargo aquella información llego muy tarde, él exterminó a Montes y Alcantara antes de que cualquiera pudiera hacer algo. Cuando llegamos con Pancho en las orillas del pueblo, él parecía cambiado, ya no exudaba aquella sed de venganza, pero tampoco parecía del todo tranquilo, era como si aquella batalla que tuvo, aquella que tomo la vida de Rodrigo de los Cobos, hubiera sido tan intensa, como si hubiera visto un fantasma.
“Contra qué peleaste Pancho?” le pregunte tratando de comprender lo que había ocurrido.
“Ya sabes…unos zombies, nada nuevo” me respondió secamente. Algo en mi interior no me permitía creerle, era como si tratará de ocultar algo. Por un momento pensé que nos diría la verdad, pero prefirió guardárselo, sus motivos tendrá, pensé.
Jess se acercó a él, “Estás herido? Te noto muy raro…”
“Sólo unos pequeños golpes…sobreviviré, hay personas que necesitan más tú ayuda” él dijo tratando de alejar a Jess.
Jess acepto sus palabras y se retiró a continuar ayudando a los demás. Sharon tenía un tiro en su pierna, Harry unos cuantos rasguños al igual que Vilchis y Josué. Iraís estaba lastimada de un brazo cuando cayó del techo de la hummer y Aldo también sólo unos cuantos raspones.

Continuamos por aquellos caminos vacios buscando un lugar dónde descansar. Sin éxito alguno terminamos armando un pequeño campamento a la orilla de la carretera. Algo simple, una pequeña fogata y las camionetas protegiéndonos en círculo.

Un silencio nos rodeaba, únicamente se escuchaba el tronar de la madera al quemarse mientras todos miraban a la nada. Pude observar como sus rostros denotaban preocupación, algo de desesperanza y una tremenda tristeza. Finalmente vi como Jess se preparaba para hablar.
“Y ahora que haremos?” pregunto con cierta melancolía.
“Lo único que nos queda por hacer” Harry respondió, “Tenemos que encontrar a Isidro y matar al desgraciado”.
“Y piensas solamente llegar a las puertas de la universidad y esperar que se deje matar?” Vilchis trato de meterle razón a su amigo.
“A estas alturas dudo que Isidro nos deje entrar a la facultad de química tan fácil como aquella vez…” Aldo dijo casi sin interés.
“Es cierto…aquella vez la facultad estaba abandonada, es sorprendente cómo cambian los tiempos, aquella ves íbamos Jess, Harry, Aldo, yo, Pancho, Asahel, Julio y…Laura” Iraís dijo recordando las muertes de los últimos tres. Noté como la cara de Pancho cambio al mencionarse el último nombre.
“Pero saben…tampoco podemos quedarnos sin hacer nada, no pienso pasar el resto de mi vida escondiéndome esperanzado de vivir un día más” dije con valentía. Note como todos me veían seriamente.
“Tienes razón…por todos los perdidos en batalla, necesitamos pelear una última vez” Pancho se alzó apoyándome.
“Es cierto! Acabemos con Isidro…acabemos con éste virus!” Harry se alzó al unísono.
“Muy bien…” Jess se alzó junto con nosotros, “Si en verdad queremos que sea la última batalla, tenemos que planear todo fríamente, no hay lugar para errores…lo único a nuestro favor sería el elemento sorpresa…todo comienza con cómo entramos a la ciudad y luego a la universidad...” Jess parecía convencida y a la vez dudosa del plan.
“Quizá yo pueda ayudarlos…” una voz fría se escucho detrás de nosotros. Todos volteamos al unísono viendo lo mismo, una mujer con botas negras debajo de las rodillas, pantalón de mezclilla, blusa verde militar, chaleco negro, cabellos castaños y lentes oscuros. La cara de Pancho se volvió pálida.
“Y…quién eres tú?” Harry pregunto consternado viendo fijamente a la mujer frente a él.
Finalmente Pancho habló. “Ella mató a Mile, Asahel y de los Cobos…”
Pude ver como el rostro de Iraís cambio en cuestión de segundos, tomando su katana y lanzándose contra la mujer frente a nosotros. Ella logró derribarla, pero la mujer logro sacar una de sus pistolas. La escena se mantuvo por unos segundos, Iraís apuntando con su katana al corazón de la mujer y ella apuntando a la frente de Iraís con su pistola.
“Tú los mataste? Mereces morir…” La voz de Iraís sonaba furibunda.
“Espera!” Pancho se interpuso entre ellas. “No puedes hacerle daño…”
“Por qué?” Iraís estaba sorprendida y se retiro lentamente.
“Es complicado…véanlo ustedes mismos” Pancho agacho su cabeza.
Todos giramos a ver a la mujer frente a nosotros con odio. Ella alcanzó sus lentes oscuros y los retiró, revelando su rostro familiar a los demás.
Todos miraban sorprendidos, aquella mujer, aquel recuerdo, parecía como un encuentro con un fantasma.
“…Laura?” la voz de Jess se quebró.
La mirada de Laura seguía fija y fría, no parecía mostrar alguna emoción.
Finalmente Pancho volvió a hablar. “Qué haces aquí? Acaso ya nos recuerdas o piensas eliminarnos?” su voz sonaba débil.
“A qué te refieres con recordar quién eres?” Harry pareció confundido.
“Al parecer Laura no murió ese día, Isidro la encontró, ella no recuerda nada pero ellos le lavaron el cerebro haciéndole creer que nosotros somos los malos y matamos a julio…” Pancho le explicó.
“No nos recuerdas?” la voz de Jess resonó.
“No recuerdo a ninguno de ustedes…pero quizá yo los pueda ayudar a entrar a la ciudad y a la facultad de química” ella dijo en voz baja.
“Y por qué nos ayudas?” le pregunte confuso ante su lealtad.
“Quizá no los recuerde…pero estoy segura de que Omar me miente, además yo conozco todo lo que pasa dentro y fuera de la facultad, tengo acceso a códigos de seguridad, rutas y más…puedo serles útil” Por un momento su voz se escucho como la antigua chica que yo conocí.
“En nuestras circunstancias actuales tenemos que arriesgarnos…” Harry propuso.
“Estoy de acuerdo…démosle una oportunidad” les dije.
“Ramón, en verdad crees que…” Jess parecía confundida.
“La mantendremos vigilada…no tenemos nada que perder” le sonreí esperando tranquilizarla.
“Qué pasa? Por qué el alboroto?” Sharon llego a la fogata apoyándose en una muleta.
“Sharon!” Jess reacciono, “Tienes que descansar…tú herida…”
Ella fue interrumpida por Laura. “Sharon?”
“Laura?” Sharon pregunto, “Pensé que estabas muerta…” su rostro parecía confundido.
El rostro de Laura se lleno de calidez cuando ella corrió y abrazo a Sharon. “Sharon! Que bueno que estés bien…que bueno…”
Pancho pareció confundido. “La recuerdas a ella?”
“Sí…sé que parece raro pero sólo recuerdo a Omar, a Julio y a Sharon…” Laura les dijo con sinceridad.
Harry habló. “Entonces tus recuerdas se quedaron estancados ahí? En esa época…”
“Tal parece…Omar trato de llenar ese hueco con memorias…pero creo que todas son falsas” Ella dijo con un tono más sobrio.
“Entonces…cómo piensas ayudarnos a entrar a la ciudad sin ser vistos?” le pregunté.
“Cómo ustedes mismos dijeron, lo único que tienen a su favor es el elemento sorpresa, sin él, cualquier ataque a Isidro fallaría, él tiene un ejército de zombies, más sus experimentos…él tiene control sobre la zona centro y sus alrededores, la única forma sería entrar por el sur, llegamos hasta el hospital San José y de ahí tienen que moverse a pie, de lo demás me encargo yo” una sonrisa se mostró en su rostro.
“Y cómo le harás para que él no sepa que lo traicionas?” Vilchis preguntó curioso.
“Mi misión son ustedes” ella respiro hondo “Debo mantenerlos vigilados, evitar que se acerquen a la ciudad hasta que Isidro decida destruirlos…pero Omar confía en mí” ella dijo con cierta confusión.
“Pretendes mantenerlo informado con mentiras…?” Iraís pregunto consternada.
“Ojo por ojo…él está haciendo lo mismo conmigo, estoy segura que me está mintiendo sobre mis recuerdos…” ella dijo melancólica.
Hubo un momento de silencio. Decidí romperlo. “Entonces mañana partimos a Querétaro…para la última batalla” mi voz sonó decidida e inspirada, me sentí orgulloso. “Por ahora descansemos…se avecina el infierno, pero podemos vencer…debemos tratar” Harry se unió a mi discurso de inspiración.
“Mañana temprano…” Laura sonrió y se retiro.
“A dónde vas?” Jess le pregunto.
“Dormiré en mi jeep” se retiro simplemente.

Todos parecían algo intranquilos, yo yacía enfrente de la fogata, 1ra guardia, pensé. Todos trataban de descansar, cuando noté que Pancho se levantó y se alejo. Ni siquiera lo detuve, sabía lo que trataba de hacer, trataba de recuperarla. Suspiré mientras observaba el cielo estrellado, el mundo parecía estar al borde del final, sin embargo las estrellas continuaban brillando como si no hubiera ninguna preocupación en el mundo más que brillar. Una última batalla dónde nos jugaríamos todo por lo que hemos estado luchando desde el primer día del fin…regresé mi vista a la fogata.

Sentí como alguien se acerco y se sentó a mi lado. “Iraís…” dije tranquilamente al ver a la mujer sentada a mi lado. “No puedes dormir?”
“Algo así…” ella me respondió secamente.
“Qué pasa? Sigues sorprendida por Laura o…preocupada por la batalla que se avecina?” le pregunte tratando de hacerla sentir cómoda conmigo.
“Es un poco de todo…creo que me preocupan las vidas que se perderán, me tiene consternada el hecho de que Laura haya asesinado a Mile, Asahel y de los Cobos pero no siendo la persona que conocíamos…me preocupa no ser lo suficientemente fuerte para sobrevivir…” ella se desahogo en un momento.
Suspiré. “No te preocupes tanto, hemos llegado hasta aquí, la vida seguirá su curso…no estás sola” esboce una sonrisa.
Ella me sonrió. “Te puedo acompañar?”
“Claro, es bueno tener compañía” le dije con cierta alegría.

En una casa de campaña trataba inútilmente de dormir Jess. Finalmente se levantó y salió sólo para encontrarse a Harry afuera.
“Harry, qué haces aquí?” le pregunto sorprendida.
“Supuse que no podrías dormir y querrías alguien con quien hablar” dijo él despreocupadamente.
Jess sonrió. “Tú tampoco puedes dormir verdad?”
“Para nada…sólo en pensar todo lo que pasó Lau, lo que nos espera mañana…”Harry sonrió. “Acaso no te da miedo Jess?”
“Qué tendría que darme miedo?” Jess trató de sonar fuerte.
“Yo tengo miedo de perder el control y que el virus se apodere de mi por completo y los mate…” Harry sonó sincero.
Conmovida Jess también habló con sinceridad. “Tengo miedo de Omar…”
“Cómo puedes tenerle miedo! Deberías de querer enfrentarlo por todo que te hizo a ti y a Lau!” Harry se tranquilizó. “Jess…eres una mujer muy fuerte y no debes permitir que un hombre te provoque sentimientos así, en algún momento hubo algo diferente pero lo importante es el ahora y tienes que pensar en ti”
“Harry…” ella lo observaba expectante.
“Sólo digo, no debes tenerle miedo” él sonrió.
Jess lo abrazó, sintiéndose afortunada de tener un amigo como él.

Pancho camino hacia el jeep viejo dónde pudo ver a lo lejos como Laura hablaba por su radio.
“Los estoy vigilando ahora mismo…se encuentran a 10km de Bernal, dudo que tengan intenciones de moverse, tienen muchos heridos…de acuerdo, adiós” ella apago su radio con un fuerte suspiro.
“En verdad le estás mintiendo…” Pancho le dijo en voz baja.
“Es necesario…tú qué haces aquí?” ella respondió a la defensiva.
“Yo…quería platicar” él respondió con simpleza.
“Por favor no trates de confundirme más de lo que estoy…en verdad no logro recordar nada” ella le suplico.
“No te preocupes…”Pancho se recargó en el jeep. “Sólo quería darte algo…”
Laura se colocó a su lado. “Qué cosa?” pregunto curiosa.
Pancho metió su mano en uno de sus bolsillos y saco el dije en forma de cruz. “A decir verdad, era tuyo…” él se lo colocó en el cuello donde ella solía usarlo.
“Gracias…” su voz parecía quebrantarse.
“Nos vemos mañana…” Pancho se preparó para retirarse.
“Espera…” Laura lo llamo. “Siempre fuiste tan bueno conmigo?”
Pancho sonrió.

Al día siguiente todos estaban ocupados desde el primer rayo de luz, preparando las camionetas y recogiendo el campamento. Se notaba una cierta emoción y a la vez un suspiro de temor. Sin embargo, los valientes podrán no vivir mucho pero los cautos no viven nada, ese día, todos decidimos ser los valientes sin importar las consecuencias. Nos acercábamos a la última batalla, y no pensábamos perder.


No sé que se avecine…no sé si triunfaremos o pereceremos en el intento, pero sólo estoy seguro de una cosa, no nos rendiremos hasta que caiga la última gota de sangre o que la última esperanza se desvanezca…mientras tanto lucharemos sin miedo…por un nuevo mañana…


Continuará…