Survivor

Una epidemia extraña a comenzado a infectar al mundo entero, algunos resultan inmunes a dicha enfermedad...pero los demás terminan convirtiéndose en zombies...cuando el mundo llega a su fin...sólo los más fuertes sobrevivirán

domingo, 31 de julio de 2011

Capítulo 29

SURVIVOR
When The WORLD COMES TO AN End...Only The Strongest Will Survive!

Part 29 “The Last Hope”

El final nos acecha…no tenemos ningún arma más que nuestra propia esperanza, aquella que nos mantiene con vida, que nos permite mantener nuestra cordura…al menos la poca que queda…Será posible sobrevivir con sólo esperanza? O moriremos intentando ser héroes…

La figura de Laura estaba sentada sobre una cama individual con sábanas grises, su cara denotaba aún confusión, sus cabellos enredados, su rostro sucio con una mezcla de lagrimas y lodo seco, sus ropas igualmente manchadas. Su cerebro parecía estar trabajando a mil por hora, recordando los últimos sucesos.

Ustedes me convirtieron en esto…”
“Te equivocas…”
“Eres el que asesinó a Julio!”
“No…yo no lo mate…fuiste tú”
“No es cierto! Me estas mintiendo!”
“Si yo hubiera sabido que seguías con vida…aunque me hubiera costado mi propia vida te hubiera salvado!”
“Estas mintiendo! Todos ustedes hicieron un complot! Me usaron!”
“Laura…”
“No me toques…o juro que te mato”


Su mirada seguía perdida. Se abrió una puerta repentinamente, Omar entró con una mirada algo consternada.
“Laura, qué paso? Estás bien?” le dijo mientras observaba el estado deplorable de su compañera. Laura alzó su cabeza para ver a los ojos a Omar.
“Descuida…estoy bien” le respondió secamente.
“Cumpliste tú misión?” Omar le preguntó con un tono un poco más agresivo.
“Logre matar a de los Cobos…pero el otro se escapo” le respondió evitando verlo.
“Recibí noticias de Zarco…él cumplió con su trabajo y…” Omar fue interrumpido bruscamente.
“Te puedo hacer una pregunta?” Laura cambio el tema.
“Qué pasó?” la mirada de Omar parecía fría y preocupada.
“Todo lo que me dijiste…era verdad?” la mirada de Laura se posó en su botas mientras sus manos jugueteaban entre ellas nerviosamente.
La mirada de Omar se posó fijamente en ella. “Por qué tendría que haberte mentido?” respondió con un tono agresivo y a las vez pasivo.
“Sólo respóndeme…” Laura trató de mirar a Omar con firmeza. “Todo lo que me dijiste era verdad o no?” su voz parecía desesperada.
“Estás dudando de mi?” su rostro parecía dolido. “Creí que confiabas en mi…”
“Por favor…” los ojos de Laura parecían suplicar la verdad.
Omar la vió seriamente. “Todo es verdad…yo no te mentiría”
Laura suspiró. “Gracias…eso era lo que necesitaba saber…” su mirada volvió a posarse en sus botas.
Omar la miro confundido. “Deberías limpiarte y curar tus heridas, Isidro quiere vernos…” con esas palabras Omar se retiro. Laura permaneció sentada unos minutos más antes de levantarse y caminar hacia un lavabo con un espejo roto donde se lavo su cara. Ella miro al espejo viendo su reflejo partido, sintiéndose así por dentro. Se seco con una toalla rosa pálido y camino por dónde Omar se había retirado.

Parecía que nuestra suerte sólo empeoraba, aquel enfrentamiento nos dejo sin refugio, muchos heridos, dos vehículos menos y nuestro orgullo destrozado. Después de que la Peña de Bernal volará en miles de pedazos cubriendo medio pueblo, los que sobrevivimos nos reunimos para preparar lo que seguiría, a lo cual todos opinamos en buscar un nuevo refugio por el momento. Lo cierto es que Sharon nos había logrado advertir sobre Zarco y su traición, sin embargo aquella información llego muy tarde, él exterminó a Montes y Alcantara antes de que cualquiera pudiera hacer algo. Cuando llegamos con Pancho en las orillas del pueblo, él parecía cambiado, ya no exudaba aquella sed de venganza, pero tampoco parecía del todo tranquilo, era como si aquella batalla que tuvo, aquella que tomo la vida de Rodrigo de los Cobos, hubiera sido tan intensa, como si hubiera visto un fantasma.
“Contra qué peleaste Pancho?” le pregunte tratando de comprender lo que había ocurrido.
“Ya sabes…unos zombies, nada nuevo” me respondió secamente. Algo en mi interior no me permitía creerle, era como si tratará de ocultar algo. Por un momento pensé que nos diría la verdad, pero prefirió guardárselo, sus motivos tendrá, pensé.
Jess se acercó a él, “Estás herido? Te noto muy raro…”
“Sólo unos pequeños golpes…sobreviviré, hay personas que necesitan más tú ayuda” él dijo tratando de alejar a Jess.
Jess acepto sus palabras y se retiró a continuar ayudando a los demás. Sharon tenía un tiro en su pierna, Harry unos cuantos rasguños al igual que Vilchis y Josué. Iraís estaba lastimada de un brazo cuando cayó del techo de la hummer y Aldo también sólo unos cuantos raspones.

Continuamos por aquellos caminos vacios buscando un lugar dónde descansar. Sin éxito alguno terminamos armando un pequeño campamento a la orilla de la carretera. Algo simple, una pequeña fogata y las camionetas protegiéndonos en círculo.

Un silencio nos rodeaba, únicamente se escuchaba el tronar de la madera al quemarse mientras todos miraban a la nada. Pude observar como sus rostros denotaban preocupación, algo de desesperanza y una tremenda tristeza. Finalmente vi como Jess se preparaba para hablar.
“Y ahora que haremos?” pregunto con cierta melancolía.
“Lo único que nos queda por hacer” Harry respondió, “Tenemos que encontrar a Isidro y matar al desgraciado”.
“Y piensas solamente llegar a las puertas de la universidad y esperar que se deje matar?” Vilchis trato de meterle razón a su amigo.
“A estas alturas dudo que Isidro nos deje entrar a la facultad de química tan fácil como aquella vez…” Aldo dijo casi sin interés.
“Es cierto…aquella vez la facultad estaba abandonada, es sorprendente cómo cambian los tiempos, aquella ves íbamos Jess, Harry, Aldo, yo, Pancho, Asahel, Julio y…Laura” Iraís dijo recordando las muertes de los últimos tres. Noté como la cara de Pancho cambio al mencionarse el último nombre.
“Pero saben…tampoco podemos quedarnos sin hacer nada, no pienso pasar el resto de mi vida escondiéndome esperanzado de vivir un día más” dije con valentía. Note como todos me veían seriamente.
“Tienes razón…por todos los perdidos en batalla, necesitamos pelear una última vez” Pancho se alzó apoyándome.
“Es cierto! Acabemos con Isidro…acabemos con éste virus!” Harry se alzó al unísono.
“Muy bien…” Jess se alzó junto con nosotros, “Si en verdad queremos que sea la última batalla, tenemos que planear todo fríamente, no hay lugar para errores…lo único a nuestro favor sería el elemento sorpresa…todo comienza con cómo entramos a la ciudad y luego a la universidad...” Jess parecía convencida y a la vez dudosa del plan.
“Quizá yo pueda ayudarlos…” una voz fría se escucho detrás de nosotros. Todos volteamos al unísono viendo lo mismo, una mujer con botas negras debajo de las rodillas, pantalón de mezclilla, blusa verde militar, chaleco negro, cabellos castaños y lentes oscuros. La cara de Pancho se volvió pálida.
“Y…quién eres tú?” Harry pregunto consternado viendo fijamente a la mujer frente a él.
Finalmente Pancho habló. “Ella mató a Mile, Asahel y de los Cobos…”
Pude ver como el rostro de Iraís cambio en cuestión de segundos, tomando su katana y lanzándose contra la mujer frente a nosotros. Ella logró derribarla, pero la mujer logro sacar una de sus pistolas. La escena se mantuvo por unos segundos, Iraís apuntando con su katana al corazón de la mujer y ella apuntando a la frente de Iraís con su pistola.
“Tú los mataste? Mereces morir…” La voz de Iraís sonaba furibunda.
“Espera!” Pancho se interpuso entre ellas. “No puedes hacerle daño…”
“Por qué?” Iraís estaba sorprendida y se retiro lentamente.
“Es complicado…véanlo ustedes mismos” Pancho agacho su cabeza.
Todos giramos a ver a la mujer frente a nosotros con odio. Ella alcanzó sus lentes oscuros y los retiró, revelando su rostro familiar a los demás.
Todos miraban sorprendidos, aquella mujer, aquel recuerdo, parecía como un encuentro con un fantasma.
“…Laura?” la voz de Jess se quebró.
La mirada de Laura seguía fija y fría, no parecía mostrar alguna emoción.
Finalmente Pancho volvió a hablar. “Qué haces aquí? Acaso ya nos recuerdas o piensas eliminarnos?” su voz sonaba débil.
“A qué te refieres con recordar quién eres?” Harry pareció confundido.
“Al parecer Laura no murió ese día, Isidro la encontró, ella no recuerda nada pero ellos le lavaron el cerebro haciéndole creer que nosotros somos los malos y matamos a julio…” Pancho le explicó.
“No nos recuerdas?” la voz de Jess resonó.
“No recuerdo a ninguno de ustedes…pero quizá yo los pueda ayudar a entrar a la ciudad y a la facultad de química” ella dijo en voz baja.
“Y por qué nos ayudas?” le pregunte confuso ante su lealtad.
“Quizá no los recuerde…pero estoy segura de que Omar me miente, además yo conozco todo lo que pasa dentro y fuera de la facultad, tengo acceso a códigos de seguridad, rutas y más…puedo serles útil” Por un momento su voz se escucho como la antigua chica que yo conocí.
“En nuestras circunstancias actuales tenemos que arriesgarnos…” Harry propuso.
“Estoy de acuerdo…démosle una oportunidad” les dije.
“Ramón, en verdad crees que…” Jess parecía confundida.
“La mantendremos vigilada…no tenemos nada que perder” le sonreí esperando tranquilizarla.
“Qué pasa? Por qué el alboroto?” Sharon llego a la fogata apoyándose en una muleta.
“Sharon!” Jess reacciono, “Tienes que descansar…tú herida…”
Ella fue interrumpida por Laura. “Sharon?”
“Laura?” Sharon pregunto, “Pensé que estabas muerta…” su rostro parecía confundido.
El rostro de Laura se lleno de calidez cuando ella corrió y abrazo a Sharon. “Sharon! Que bueno que estés bien…que bueno…”
Pancho pareció confundido. “La recuerdas a ella?”
“Sí…sé que parece raro pero sólo recuerdo a Omar, a Julio y a Sharon…” Laura les dijo con sinceridad.
Harry habló. “Entonces tus recuerdas se quedaron estancados ahí? En esa época…”
“Tal parece…Omar trato de llenar ese hueco con memorias…pero creo que todas son falsas” Ella dijo con un tono más sobrio.
“Entonces…cómo piensas ayudarnos a entrar a la ciudad sin ser vistos?” le pregunté.
“Cómo ustedes mismos dijeron, lo único que tienen a su favor es el elemento sorpresa, sin él, cualquier ataque a Isidro fallaría, él tiene un ejército de zombies, más sus experimentos…él tiene control sobre la zona centro y sus alrededores, la única forma sería entrar por el sur, llegamos hasta el hospital San José y de ahí tienen que moverse a pie, de lo demás me encargo yo” una sonrisa se mostró en su rostro.
“Y cómo le harás para que él no sepa que lo traicionas?” Vilchis preguntó curioso.
“Mi misión son ustedes” ella respiro hondo “Debo mantenerlos vigilados, evitar que se acerquen a la ciudad hasta que Isidro decida destruirlos…pero Omar confía en mí” ella dijo con cierta confusión.
“Pretendes mantenerlo informado con mentiras…?” Iraís pregunto consternada.
“Ojo por ojo…él está haciendo lo mismo conmigo, estoy segura que me está mintiendo sobre mis recuerdos…” ella dijo melancólica.
Hubo un momento de silencio. Decidí romperlo. “Entonces mañana partimos a Querétaro…para la última batalla” mi voz sonó decidida e inspirada, me sentí orgulloso. “Por ahora descansemos…se avecina el infierno, pero podemos vencer…debemos tratar” Harry se unió a mi discurso de inspiración.
“Mañana temprano…” Laura sonrió y se retiro.
“A dónde vas?” Jess le pregunto.
“Dormiré en mi jeep” se retiro simplemente.

Todos parecían algo intranquilos, yo yacía enfrente de la fogata, 1ra guardia, pensé. Todos trataban de descansar, cuando noté que Pancho se levantó y se alejo. Ni siquiera lo detuve, sabía lo que trataba de hacer, trataba de recuperarla. Suspiré mientras observaba el cielo estrellado, el mundo parecía estar al borde del final, sin embargo las estrellas continuaban brillando como si no hubiera ninguna preocupación en el mundo más que brillar. Una última batalla dónde nos jugaríamos todo por lo que hemos estado luchando desde el primer día del fin…regresé mi vista a la fogata.

Sentí como alguien se acerco y se sentó a mi lado. “Iraís…” dije tranquilamente al ver a la mujer sentada a mi lado. “No puedes dormir?”
“Algo así…” ella me respondió secamente.
“Qué pasa? Sigues sorprendida por Laura o…preocupada por la batalla que se avecina?” le pregunte tratando de hacerla sentir cómoda conmigo.
“Es un poco de todo…creo que me preocupan las vidas que se perderán, me tiene consternada el hecho de que Laura haya asesinado a Mile, Asahel y de los Cobos pero no siendo la persona que conocíamos…me preocupa no ser lo suficientemente fuerte para sobrevivir…” ella se desahogo en un momento.
Suspiré. “No te preocupes tanto, hemos llegado hasta aquí, la vida seguirá su curso…no estás sola” esboce una sonrisa.
Ella me sonrió. “Te puedo acompañar?”
“Claro, es bueno tener compañía” le dije con cierta alegría.

En una casa de campaña trataba inútilmente de dormir Jess. Finalmente se levantó y salió sólo para encontrarse a Harry afuera.
“Harry, qué haces aquí?” le pregunto sorprendida.
“Supuse que no podrías dormir y querrías alguien con quien hablar” dijo él despreocupadamente.
Jess sonrió. “Tú tampoco puedes dormir verdad?”
“Para nada…sólo en pensar todo lo que pasó Lau, lo que nos espera mañana…”Harry sonrió. “Acaso no te da miedo Jess?”
“Qué tendría que darme miedo?” Jess trató de sonar fuerte.
“Yo tengo miedo de perder el control y que el virus se apodere de mi por completo y los mate…” Harry sonó sincero.
Conmovida Jess también habló con sinceridad. “Tengo miedo de Omar…”
“Cómo puedes tenerle miedo! Deberías de querer enfrentarlo por todo que te hizo a ti y a Lau!” Harry se tranquilizó. “Jess…eres una mujer muy fuerte y no debes permitir que un hombre te provoque sentimientos así, en algún momento hubo algo diferente pero lo importante es el ahora y tienes que pensar en ti”
“Harry…” ella lo observaba expectante.
“Sólo digo, no debes tenerle miedo” él sonrió.
Jess lo abrazó, sintiéndose afortunada de tener un amigo como él.

Pancho camino hacia el jeep viejo dónde pudo ver a lo lejos como Laura hablaba por su radio.
“Los estoy vigilando ahora mismo…se encuentran a 10km de Bernal, dudo que tengan intenciones de moverse, tienen muchos heridos…de acuerdo, adiós” ella apago su radio con un fuerte suspiro.
“En verdad le estás mintiendo…” Pancho le dijo en voz baja.
“Es necesario…tú qué haces aquí?” ella respondió a la defensiva.
“Yo…quería platicar” él respondió con simpleza.
“Por favor no trates de confundirme más de lo que estoy…en verdad no logro recordar nada” ella le suplico.
“No te preocupes…”Pancho se recargó en el jeep. “Sólo quería darte algo…”
Laura se colocó a su lado. “Qué cosa?” pregunto curiosa.
Pancho metió su mano en uno de sus bolsillos y saco el dije en forma de cruz. “A decir verdad, era tuyo…” él se lo colocó en el cuello donde ella solía usarlo.
“Gracias…” su voz parecía quebrantarse.
“Nos vemos mañana…” Pancho se preparó para retirarse.
“Espera…” Laura lo llamo. “Siempre fuiste tan bueno conmigo?”
Pancho sonrió.

Al día siguiente todos estaban ocupados desde el primer rayo de luz, preparando las camionetas y recogiendo el campamento. Se notaba una cierta emoción y a la vez un suspiro de temor. Sin embargo, los valientes podrán no vivir mucho pero los cautos no viven nada, ese día, todos decidimos ser los valientes sin importar las consecuencias. Nos acercábamos a la última batalla, y no pensábamos perder.


No sé que se avecine…no sé si triunfaremos o pereceremos en el intento, pero sólo estoy seguro de una cosa, no nos rendiremos hasta que caiga la última gota de sangre o que la última esperanza se desvanezca…mientras tanto lucharemos sin miedo…por un nuevo mañana…


Continuará…

No hay comentarios:

Publicar un comentario