Survivor

Una epidemia extraña a comenzado a infectar al mundo entero, algunos resultan inmunes a dicha enfermedad...pero los demás terminan convirtiéndose en zombies...cuando el mundo llega a su fin...sólo los más fuertes sobrevivirán

domingo, 31 de julio de 2011

Capítulo 30

SURVIVOR
When The WORLD COMES TO AN End...Only The Strongest Will Survive!

Part 30 “Back To Hell’s Gate”

Una sutil brisa nos guía hacia el final…un camino solitario, una ciudad quebrantada y sólo una puerta hacia el infierno…Mientras caminamos hacia nuestro mismo final, incapaces de imaginarnos lo que encontraremos o si viviremos…

El viaje pareció tranquilo, a pesar de la corta distancia pareció durar más de lo esperado. Guiados por aquel viejo jeep donde viajaba Laura; quién creería que seguía viva? Entramos a la ciudad y le dimos la vuelta por el libramiento sur poniente rodeando la zona centro y entrando por la salida a Celaya. La ciudad estaba destrozada, sin embargo, tranquila, nos hicimos paso entre los autos abandonados, ya con señales de óxido, hasta llegar al hospital San José.

Los autos quedaron estacionados afuera, todos salimos y entramos al edificio de vidrios rotos. Nos reunimos en la sala central, armas arriba, esperando el siguiente movimiento.
“Ahora qué Lau?” pregunto Harry.
“Bien, el siguiente paso es primordial…” ella dijo mientras sacaba un mapa de su cinturón y lo colocaba en el suelo. “Isidro tiene vigilados los alrededores…hay cámaras en estas zonas…” dijo mientras marcaba con x el mapa.
“Demasiado precavido…” Vilchis dijo pensativo.
“Lo más conveniente es que se vayan por estas calles…” Laura dijo señalando una ruta alterna. “Deben evitar ser vistos o hacer cualquier escena ruidosa…eso quiere decir que nada de enfrentamientos violentos” ella dijo viéndonos con seriedad.
“Muy bien, entendemos el mensaje, cero peleas” Harry respondió con suavidad.
“Qué hay de ti?” Pancho pregunto.
Laura suspiró. “Yo me adelantaré a la universidad y acabaré con la electricidad, de ese modo podrán entrar sin ser vistos durante el caos” ella dijo con seriedad.
“Y si te descubren?” Jess le pregunto preocupada.
Laura esbozo una pequeña sonrisa. “No se preocupen por mi…yo puedo con esto”.
“Muy bien, en ese caso toma” Pancho le entrego un radio a Laura. “Nos mantendremos en contacto con esto”.
Laura afirmó moviendo su cabeza. “Muy bien tienen exactamente 1 hora para llegar, Isidro no tardará en darse cuenta de mi traición, entonces deben actuar de prisa” finalmente dijo. “Suerte” Harry le dijo con cierto sentimiento.
“Esperemos todo salga bien…” Laura se despidió y se puso sus lentes oscuros partiendo hacia las puertas del infierno.
“Ya la escucharon” Ramón se levantó. “A ponernos en marcha, la operación matar al desgraciado ha comenzado” dijo con una gran sonrisa.
Sentí como por un momento hasta yo me sentía capaz de llevar acabo todo aquello, parecíamos imparables, teníamos una especie de fuerza que nos haría terminar con todo de una buena vez. El sólo pensar en la tranquilidad que vendría del ya no tener batallas, poder recuperar aquella vida que deje. Todo me brindaba una gran felicidad.

Laura llego en el jeep a las puertas de la universidad, éstas se abrieron dejándola entrar, ella continuo, parecía nerviosa pero trataba de controlarse. Muchas vidas dependían de ella, a pesar de no recordarlos, algo la provocaba a querer ayudarlos, eran sentimientos sinceros, tal vez de sus viejos recuerdos, ella quiso pensar.

Dejo su jeep y entro al edificio principal donde estaban los controles de la electricidad. Ella entró como normalmente lo hacía, retiro sus lentes y camino directamente al cuarto, pero alguien la detuvo.
“Tan pronto vuelves de tú misión?” le pregunto Zarco quien se hallaba sentado observando a la mujer.
“Tengo cosas importantes que hacer” ella trato de desviar el tema.
“Entonces deberías reportarte con Omar” parecía que Zarco supiera lo que ella planeaba hacer.
“En un momento…” Laura fue interrumpida bruscamente.
“Zarco! Necesito que me ayudes con u asunto en las celdas de contención…Laura! Volviste” Omar pareció sorprendido de verla.
“Vine a reportarme” por un momento sintió que la suerte la acompañaba.
“Muy bien, en un momento hablamos, Zarco, vamos” Omar se retiro con Zarco siguiéndolo de cerca.
Laura soltó un suspiro mientras se acercaba al cuarto, llego y vio una serie de controles. Finalmente ubico la palanca que buscaba. “Muy bien…” ella tomo el radio. “Listos? Recuerden…es su única oportunidad, tienen 30 segundos para entrar antes de que se active la reserva…aquí va” ella bajo la palanca y todas las luces se apagaron. “Hora de irme” ella salió corriendo alcanzando sus armas y huyendo, si la encontraban, moriría, era hora de buscar a los demás. Sin embargo Isidro la observaba desde lo alto mientras escapaba. “Maldita…” dijo entre dientes.

Comenzó a sonar una alarma mientras todos entraban a la universidad por la puerta principal. Esto capto la atención de Omar y Zarco.
“Intrusos!” Omar parecía sorprendido, “Tenemos que informarle a Isidro!” Omar corrió con Zarco al edificio donde se encontraba Isidro.

Pancho se detuvo de repente frente al grupo armado. “Muy bien estamos dentro, tenemos que separarnos, destruyan todo…y si encuentran a Isidro o a Omar, mátenlos” Pancho respiro profundo. “Traten de no morir…”
Todos lo vieron con cierta seriedad accediendo, parecíamos listos para morir, como cualquier buen soldado. En cuestión de segundos todos rompimos filas y tomamos diferentes caminos destruyendo todo a nuestro paso, fueran zombies, secuaces o experimentos, todo.

En el edificio Omar entro junto con Zarco buscando a Isidro. Finalmente lo hayaron en su oficina cómodamente sentado.
“Tenemos intrusos! Son ellos!” Omar le grito algo agitado.
“Lo sé…”Isidro parecía controlarse. “Tú amiga los dejo entrar…parece que nos ha traicionado”
“Laura…enserio?” Omar parecía incrédulo.
“La vi con mis propios ojos…sabía que debimos matarla cuando tuvimos la oportunidad!” Isidro cambio su expresión a una furibunda.
“Pero…cómo…creí que…”Omar no sabía que responderle mientras Zarco lo veía curioso.
“Ya sabes qué tienes que hacer, mátala!” Isidro le grito. “Y tú Zarco…encárgate de ellos” Isidro les ordenó.
“Sí, la matare…” Omar se retiro con Zarco de cerca.
Isidro se levantó de su asiento y camino a un panel d control. “Es una lástima…pero no puedo poner en peligro todo lo que he hecho hasta ahora” el sonrió mientras bajaba los switches en el panel. “No puedo contar con ustedes…así que mis experimentos se encargarán de todo, incluso de ti y de Zarco” su mirada parecía llena de maldad, finalmente se regreso y tomó una maleta. “Parece que tendré que retirarme…”

Entre el silencio que había en la universidad tras apagarse la alarma, no se escuchaba nada más que nuestras respiraciones. Entre aquel silencio de pronto surgió un extraño sonido que retumbo en nuestros oídos, una especie de mezcla entre una carcajada y el sonido que haría un zombie, parecía un llamado, algo familiar como si alguna vez lo hubiésemos escuchado cuando nuestras vidas eran normales. A lo lejos se vio como una figura femenina, un zombie de seguro, continuaba haciendo ese ruido, aquel zombie asemejaba tanto a Genesis, y su risa parecía ser un llamado que atraía a los zombies…

Ramón corría hacia el almacén con su arma en alto tratando de destruir cualquier cosa en su camino, fuera lo que sea, disparaba su ametralladora sin piedad. Parecía victorioso hasta que un puño rojo de la nada lo golpeo en la cara lanzándolo dentro de las ruinas del almacén.
“Qué demonios…” Ramón se levantó tocando su barbilla adolorida. “Qué fue eso?”
Pronto escuchó unos pasos fuertes acercarse a él. Él simplemente tomó su arma preparándose para lo peor cuando lo vio entrar. Una especie de zombie rojo gigante, demasiado musculoso y con una mirada penetrante, sin embargo, él notó unos rasgos familiares en aquel sujeto.
“Juan Ma?” parecía confundido Ramón. El zombie sólo lo miró antes de plantarle otro golpe que lo lanzó contra un estante lleno de material de vidrio.

Iraís por otro lado iba dentro del edifico 1 buscando zombies y experimentos o lo que fuera. Tenía su katana en alto y en su cinturón varias granadas proporcionadas por Josué. Ella actuaba cautelosa, no quería morir en aquel lugar y mucho menos en una situación como aquella. Su oportunidad de demostrar lo fuerte que es, para que Aldo no tuviera que salvarla de nuevo. De pronto escuchó un extraño sonido proveniente de un salón. Ella se asomó con cautela y vio un monstruo en un rincón alimnentándose. Ella entro y lo enfrento rápidamente.
“Qué demonios eres tú…”se dijo así misma mientras el monstruo se levantaba y le mostraba su rostro.
“No puede ser…” ella bajo su katana lentamente de la sorpresa. “Hacha? Zavala?” frente a ella estaba un zombie con la mitad del rostro de hachita y la otra mitad de Hector Závala. Personajes que conocía, no podía creer que Isidro hubiera hecho eso con ellos.
Ante su sorpresa Iraís soltó su katana quedando indefensa. Parecía no haber peligro pues aquel monstruo se movía como cualquier otro zombie, lento y sin coordinación pero en cuestión de segundos este corrió hacia ella la tomó de golpe y salieron por una ventana. Iraís sólo logró alejarlo de su yugular, pero estaba atrapada.

Vilchis caminaba por un pasillo angosto con salones a su alrededor, cauteloso, los recuerdos de aquel día que todo comenzó lo acecharon por un momento. Aquel recuerdo de la coordinadora de QFB alimentándose de sus alumnos, todo le brindaba nauseas tan sólo de recordarlo. En un instante escuchó un gruñido y de los baños salió una mujer gorda con los ojos en blanco y su boca y uñas embarradas de sangre, la mujer lo miro por unos segundos. Vilchis parecía paralizado al ver a su pesadilla vuelta realidad… “Isidro la mantuvo con vida? Pero si esa mujer…pensé…pensé que había muerto!” Vilchis tartamudeó.
La mujer soltó otro gruñido y corrió hacia él como si tan sólo fuera impulsada por el deseo de alimentarse.
Vilchis brincó hacia el pasto en un lado evitando a la mujer, sin embargo esta se detuvo y lo vio tomando vuelo hacia él. Vilchis se levantó y corrió pero la mujer monstruosa fue más veloz y lo tomó lanzándolo hacia la fuente que había allí. Entre los esfuerzos por no ahogarse y evitar ser la comida de aquella mujer Vilchis parecía inmovilizado.

Sharon caminaba por las orillas de la facultad, muy cautelosa con su rifle automático en alto. Vio como una horda de zombies la acechaban, sabía que no podía correr pues su pierna seguía lastimada pero confiaba en su puntería. Ella comenzó a deshacerse de los zombies con un tiro certero en la frente, parecían ser zombies normales. Detrás de ellos otro zombie se acercó a ella, éste portaba un arma y caminaba diferente que los demás. Ella se ajustó los lentes tratando de ver mejor al personaje que se acercaba, Zarco quizá? Pero para su sorpresa era un viejo amigo, un viejo amigo zombie que caminaba para matarla y posiblemente comerse su cerebro. Ella comenzó a dispararle pero el zombie evitaba los tiros finalmente la alcanzó y de un certero golpe tiró su rifle y a ella en el suelo.
“Guza…Abraham…” no podía creer que un zombie pudiera tener tal inteligencia como para derrotarla con un arma. Estaba atrapada entre el asfalto y el rifle de su amigo zombie.

Laura corría, tenía que alejarse de Omar o Zarco, seguro ya tenía órdenes de eliminarla, pero también tenía que ayudarle a los demás, no pensaba dejarlos solos en su lucha, de cierto modo, ella sentía que debía ser parte de aquello, ella mataría por recuperar sus recuerdos y poder ayudarles. Mientras corría ella tropezó, como traía sus pistolas en la mano, ella azotó con fuerza contra el cemento, raspando su mejilla.
“Muy mal…en verdad pensabas huir? Tú provocaste esto” Omar le dijo mientras ella veía sus pies frente a ella. De un tiró sintió como alguien la levantaba de los hombros y pudo ver el rostro de Omar frente al de ella. “Por qué lo hiciste!? Por qué nos traicionaste?!” Su voz sonaba enojada.
“Me mentiste…” Laura le dijo con sencillez incapaz de decir más.
“Qué te dijeron ellos?!” Omar exigía respuestas.
“Me mentiste sobre todo! Me mentiste sobre mí, sobre Julio y sobre ellos!”Laura no pensaba retroceder.
“Pero te salve la vida, y de eso no te mentí…ellos te abandonaron a tú suerte y yo te salvé!” Omar parecía renegar la situación.
“No te creo…estoy de su lado” Laura lo retó.
“Entonces tendré que matarte…” Omar le dijo con seriedad y seguridad.
“Déjala en paz!” Jess interrumpió confundiendo a Omar lo suficiente para que Laura se liberara de él de un simple golpe.
“Qué haces tú aquí?!” Omar le reclamó.
Jess se interpuso entre Omar y Laura. “No voy a dejarte que le hagas daño…” ella parecía decidida.
Omar la miraba con ojos furibundos.
“Tú…la pusiste en nuestra contra, la utilizaste…cómo pudiste?” Jess le reclamó.
“Le salvé la vida!” Omar le respondió.
“Creo que tú y yo tenemos algo pendiente…” Jess lo volvió a retar.
“Qué no recuerdas que no pudiste contra mí cuando eran 3 contra 1?” Omar soltó una carcajada.
“No te tengo miedo” La mirada de Jess parecía decidida, ella volteo a ver a Laura “Vete, yo me encargo de él…” su mirada se poso fijamente en Omar.
Omar parecía consternado. “Está bien” Laura le respondió y se fue corriendo.

A pesar de ser la batalla final yo aún me sentí incapaz de creer lo mucho que se esperaba de mí en estos momentos. Nunca creí tener un papel tan importante, a decir verdad nunca creí que llegaríamos tan lejos, si ni siquiera creía que saldríamos de Galerías con vida. Sin embargo aquí estaba, caminando con mis audífonos en mi cuello, un caminar lento, procurando observar a mi alrededor. Pronto escuché a alguien llamar mi nombre.
“Aldo” una voz ligeramente familiar. Voltee, no vi nada. “Aldo” volví a escuchar, voltee y vi una figura correr. “Aldo, Aldo, Aldo” Escuché un sinfín de veces. Pronto vi acercarse a mis acechadores. “Poncho…muchos Ponchos” eran una especie de clones de mi amigo, pero había algo extraño en ellos, comenzaron a rodearme, poco a poco se acercaban más, eran fácil 10 o 15 personajes. Traté de retroceder pero me tenían rodeado acercándose más y más. A una cierta distancia se acercaron y se detuvieron. Los miré expectante.

De pronto sus rostros cambiaron y soltaron un fuerte gruñido y saltaron hacia mí. En medio de la locura tan sólo logré protegerme y de un suave golpe logre herir a uno pero pude ver como esbozaba una cruel sonrisa. Antes de que me diera cuenta explotó, simplemente me cubrí tratando de protegerme en el suelo. Al explotar soltó una especie de líquido azulado que logró caerme en un brazo y sentí como me quemaba la piel, incluso sentí el ardor en el músculo. Grite, grite como nunca, aquel dolor era impresionante, no sólo eran zombies clones de mi amigo, también al matarlos explotaban soltando ácido. A qué mente enfermiza se le pudo ocurrir hacer algo así?

Aquel infierno al que nos habíamos metido…No había vuelta atrás, nos enfrentábamos al mismísimo ejército de las tinieblas, destruidos en este lugar…o vivir para un nuevo mañana…en ese momento me sentí lo menos optimista que podía ser…

Continuará…

No hay comentarios:

Publicar un comentario