Survivor

Una epidemia extraña a comenzado a infectar al mundo entero, algunos resultan inmunes a dicha enfermedad...pero los demás terminan convirtiéndose en zombies...cuando el mundo llega a su fin...sólo los más fuertes sobrevivirán

viernes, 30 de julio de 2010

Capítulo 2

SURVIVOR
When The WORLD COMES TO AN End...Only The Strongest Will Survive!

Part 2 “Survival for the fittest”

Esa noche tuve un sueño, nada fuera de lo normal, estaba en la escuela sentada en las bancas de la explanada junto con mis amigos, reía y disfrutaba de aquel momento con gran alegría. De pronto todo se oscureció y esa alegría desapareció y una destrucción masiva empezó. Fue cuando descubrí que eso no era un sueño…era la cruel realidad.

Abrí los ojos repentinamente, aún algo agitada por causa de aquel sueño que tan sólo me hizo recordar el infierno que había vivida hace tan sólo unas horas. Observé a mí alrededor, aún estaba algo oscuro pero había suficiente luz para distinguir los rostros a mi alrededor. Eran los pocos amigos que habían logrado escapar de aquella masacre. Después miré a mis piernas observando que Aldo permanecía aún dormido en ellas. Respire profundo y miré al techo pensando un sinfín de cosas.

“Oh, ya despertaste…” escuche que me preguntaban en voz baja.
“Asahel…qué haces?” pude ver que tecleaba sin cesar en su lap.
“Busco…información” dijo seriamente. “Cómo sigue Aldo?”
“Mejor…creo…sigue dormido” le respondí en voz baja. “Haz encontrado algo?”
“Nada…” respondió con franqueza. “Parece que la red inalámbrica ha sido inhabilitada…no puedo entrar al internet”

Observé mi celular rápidamente con algo de esperanza, quizá llamadas pérdidas…quizá un mensaje de mi madre preguntándome el por qué no llegué a dormir a casa, aunque sea…una señal de vida, pero fue inútil.

“Tampoco hay señal de celular…” dijo Asahel tan pronto vio mi acción.
Suspire. “Ya me di cuenta…” respondí seriamente. “Acaso dormiste anoche?” le pregunte con algo de preocupación.
“Un poco…aunque realmente no pude descansar…”respondió sin separar su mirada de aquella pantalla.

Simplemente me abstuve a seguir haciendo preguntas, sabía exactamente por qué no pudo dormir, la masacre que ocurría afuera no era su mayor preocupación. Aquello que invadía sus pensamientos era el destino que sufrió aquella a quien él quería, mi amiga Mile. Aunque no supimos qué pasó con ella, sabemos que se fue antes de que todo iniciará, quizá este a salvo, no lo sé, pero al menos él esperaba que sí.

“Iraís…” escuche una voz familiar hablándome.
“Qué pasó Lau?” le pregunte a la chica de cabellos castaños que se había colocado en frente de mí.
“No hay comunicación con el mundo exterior?” me preguntó con gran preocupación.
“No hay internet ni teléfonos…estamos sin comunicación alguna” le respondí con pocos ánimos.
“Eso temía…entonces es probable que la ciudad haya sucumbido a esto…” dijo con seriedad mientras observaba sus pies y jalaba ligeramente una manga de su bata manchada de sangre.
No supe qué decirle, sí le daba ánimos, sonaría irrealista pero decir la verdad era tan cruel que preferí mantener mi silencio.

Poco a poco el cuarto se iluminó más conforme empezó a amanecer, sin embargo se veía que el cielo estaba nublado. Conforme se aclaró la atmósfera, los demás se levantaron y fue cuando la preocupación volvió a invadirnos.

“Iraís…”Aldo se levantó con cautela.
“Aldo! Estás mejor?” le pregunté aún preocupada por su estado mental y físico.
“Dime que todo fue un mal sueño…” me preguntó con temor en su voz.
“Aldo…”me mordí el labio incapaz de lastimarlo con la verdad.
“No trates de ocultarlo…tú mirada dice más de mil palabras…”dijo con tono sombrío mientras se alejaba de mí.

Lo observé y de algún modo entendía como se sentía, perdió a sus amigos ante sus propios ojos, y él fue el único que logró sobrevivir. Era un gran peso que cargar en su conciencia…pero me alegre de que al menos él siguiera vivo. Pero algo nos distrajo, cuando una discusión inició ante nuestros propios ojos.

“Quedarnos aquí es muy peligroso!” dijo Harry con seriedad.
“Pero salir sería una acto de suicidio!” dijo Pancho con firmeza. “No te preocupan las vidas de tus amigos?”
“Pero quedarnos aquí también es suicidio! Llegaremos a un punto en que nos quedaremos sin comida ni agua y de todos modos arriesgaremos nuestras vidas!” sostuvo Harry firmemente su posición respecto al tema.
“Cuando llegué el momento saldremos…”respondió Pancho.
“Y a dónde iríamos?” preguntó Julio de la nada.
“No sé…un lugar seguro…” dijo Harry con algo de desesperación.
“No hay ningún lugar seguro Harry…”trató de calmarlo Jess.
“Tal vez si lo haya…” dijo Laura un poco insegura de su propuesta.
Todos observaron con cautela a la chica que acababa de introducir una pequeña gota de esperanza al grupo.
“Lau…tienes que analizar lo peligroso de la situación…estamos sin armas y…”Pancho fue interrumpido abruptamente.
“Lo sé…pero hay una pequeña posibilidad” le dijo esperando su aceptación.
“Continua…” le dijo Harry muy atento a lo que diría.
“Bien…conocen la plaza comercial que está pasando la avenida Zaragoza?” nos pregunto.
“Galerías? Bromeas Lau?” dijo Harry con incredulidad.
“No” respondió seriamente. “Es una buena idea…no está tan lejos y podemos escondernos ahí mientras pensamos en un mejor plan, además de que podremos encontrar cosas útiles ahí” comenzó a decir con emoción.
“Hablas de una utopía…” dijo Pancho con más incredulidad. “Cómo sabes que ahí no hay criaturas?”
“No puedo asegurarlo…pero tengo un presentimiento” trató de convencerlos Lau.
“De simples presentimientos no se puede vivir” agregó Harry.
“Conozco ese lugar a la perfección…es impenetrable y podemos controlar todo a nuestro alrededor” dijo ella con más seguridad.
“Acaso tenemos una mejor opción?” dijo Jess creyendo en su amiga.
“Está bien Lau…y cuál sería el plan?” dijo Harry accediendo finalmente.
“Confiaremos en tú intuición…” dijo Pancho tratando de apoyar a la chica que acababa de acceder a organizar un plan pero aún con algo de duda en su voz.

Ella nos describió el plan con gran detalle. Lo primero era conseguir un medio de transporte pues a pie era más probable ser emboscados y ahí terminaría el “juego” como lo llamaba despectivamente. Teniendo un medio de transporte proseguiríamos a movernos hasta el estacionamiento subterráneo de la plaza, ese sería el punto más peligroso de la misión pues el estacionamiento estaba libre a la entrada de esos monstruos. La entrada estaría cerrada, pero ella conocía otra entrada más segura y después iríamos hasta las oficinas de administración dónde encontraríamos el circuito cerrado de vigilancia y podríamos observar la plaza completa para asegurarnos que esté limpia. Lo demás sería sencillo a partir de ahí. Bueno, al menos eso creía ella. Todos accedimos al plan, algunos no dijeron una sola palabra, pero cualquier cosa sería mejor que quedarse solo en ese lugar esperando a que alguno de “ellos” te atrapará y finalmente todo terminará.

Todos tomaron las pocas cosas que tenían, algunos tenían sus mochilas, otros solo las armas improvisadas que habían obtenido pero finalmente nos preparamos para llevar acabo aquel plan que era un arma de doble filo, podríamos morir o podríamos vivir, todo estaba en manos de la suerte.

“Entonces primero saldrán Pancho y Harry y buscarán el transporte…” dijo Lau con seguridad.
“Si mi memoria no me falla…el carro de Montes estaba estacionada justo enfrente de la explanada” dijo Harry con emoción.
“Bien, tan pronto el camino este seguro saldremos Jess, Iraís y yo junto con Asahel y Aldo y los alcanzaremos en el carro y finalmente Andrés y Julio cubrirán la retaguardia” dijo Lau terminando de explicar el plan.
“Y quién va a conducir?” pregunto Asahel con curiosidad.
“Yo puedo manejar…”respondió Pancho.
“Tan pronto estemos todos reunidos nos llevas a la entrada subterránea al estacionamiento…de acuerdo?” le recordó Lau.
“Sí…aunque presiento que será un viaje algo turbulento” dijo Pancho con algo de entusiasmo.
“Ok…mucha suerte…”fue lo último que les dijo.

Pancho y Harry tomaron sus respectivas palas y tomaron camino hacia fuera. Ambos se quedaron frente a frente en las puertas observando solo de reojo y viendo sólo un par de cuerpos caminando frente a la salida. Aquellos eran dos compañeros, Chospa y Roger.

“Ok…limpiemos el camino para las chicas” dijo Harry preparándose mentalmente.
“Tú toma a Chospa, yo me encargo de Roger” le respondió Pancho con seriedad.
“Muy bien…vamos!”Dijo Harry y con ello la operación inicio.

Ambos salieron corriendo con sus palas alzadas en alto en contra de aquellos dos personajes que tan pronto notaron su presencia corrieron instintivamente hacia ellos.
Harry tomo su pala y le dio un golpe directo en el abdomen lanzándolo contra el suelo pero aquella cosa lo tomo del tobillo tirándolo al suelo y tratando de subirse en él para inmovilizarlo. Pancho notó la situación peligrosa en la que se encontraba Harry pero él también tenía las manos llenas con Roger quién ágilmente lo trataba de tirar. Pancho tuvo que reaccionar con rapidez ó sólo uno de los dos saldría vivo de ahí, entonces tomo la pala y dio un golpe directo a la cabeza de Roger que la desprendió de su cuerpo y la envío volando contra la pared. Sin esa amenaza encima corrió a ayudar a Harry quien estaba a punto de ser el aperitivo de Chospa. Lo golpeó en el costado de su cuerpo quitándolo de encima de Harry quien rápidamente tomó su pala y la lanzó en contra de su cabeza azotándolo contra el suelo y destruyendo su cráneo.

Ambos continuaron su camino e hicieron señas a las chicas que se habían acercado a la entrada. Lograron llegar a la explanada ilesos, pero ahí los esperaba otra amenaza. Era el profesor Fidel que les impediría el pasó.

“Fidel…”dijo Harry con seriedad. “Pancho, ahí está el carro, ve tratando de encenderlo…yo me encargo de éste”.
“Está bien…ten cuidado, acuérdate que atrás vienen las chicas” le dijo antes de correr hacia el carro de Montes.
Harry alzó su pala y se dijo a sí mismo. “Terminaré con él antes de que lleguen…”.

Pancho corrió hacia el carro y rápidamente logró abrirlo y comenzó a tratar de hacerlo encender. Tomó varios intentos pero finalmente lo logró y sólo le quedo esperar a que los demás se reunieran con él.

Las chicas corrían y Asahel y Aldo las seguían de cerca. Se estaban acercando a la explanada cuando algo las detuvo.

“Guza?” dijo Lau con emoción. “Estás vivo!” corrió hacia él sin pensarlo dos veces.
“Espera Lau!” Jess trató de detenerla pero fue demasiado tarde.
Abraham la había tomado del cuello y estaba listo para acabar con ella.
“No…Lau!” Jess gritó con desesperación observando como la vida de su amiga estaba por terminar frente a sus ojos.
De pronto se escuchó un fuerte golpe y Lau cayó al suelo de rodillas tosiendo pero intacta, después cayó el cuerpo de Abraham junto a ella y detrás de él estaba Asahel con su lap destrozada aún en las manos.
“Asahel! La salvaste!” grité con sorpresa.
Jess corrió con Lau para ayudarla a levantarse, teníamos que seguir moviéndonos.
“Usaste tú lap…” le dije con preocupación a Asahel.
“No importa…de todos modos no hay internet…” dijo con seriedad.
“Gracias…”fue lo único que pudo decir Lau.
“Descuida…hay cosas más importantes que una lap” dijo con tranquilidad Asahel.
“Tenemos que seguir, no olviden el plan” dijo Aldo con algo de preocupación.
“Cierto…sigamos” dijo Lau.

Continuamos y llegando a la explanada nos esperaba Harry quien se hallaba de pie con su pala ensangrentada y el cuerpo de Fidel destrozado a un lado.

“Se tardaron…” nos regaño Harry.
“Tuvimos un pequeño inconveniente” le respondió Jess.
“Pancho tiene el carro listo…y…”ve a lo lejos dos figuras corriendo. “Andrés y Julio ya vienen en camino” dijo tranquilizándose un poco. “Vayan subiéndose” nos ordeno y los 5 nos subimos al carro.
“Hijín! No tenemos todo el día!” le gritó Harry.
“Ya, tranquilo!” grito mientras se acercaba.

Finalmente los últimos se subieron al carro y Pancho tomó camino rumbo a nuestro nuevo destino. Efectivamente el viaje fue turbulento pues atropelló zombies y pasó por donde pudo esquivando las cantidades inmensas de carros abandonados por el camino. Finalmente logramos ver la plaza y Pancho entró al estacionamiento subterráneo tal y como Lau nos había indicado. Entonces ella le dijo donde se detuviera, lo más cercano a esa entrada de la que hablaba.

“Esa es la entrada…” dijo señalando una gran puerta amarilla que tenía un letrero que decía –Sólo personal autorizado-.
“Entonces salimos cómo en el plan anterior?” preguntó Harry.
“Funcionó bien…” respondió Lau.
“Ok, ya escuchaste Harry” dijo Pancho preparándose.
“Vamos…” dijo Harry y ambos salieron cautelosamente del carro.

Ellos se acercaron a la puerta y notaron que no había nada a la vista, ninguno estaba cerca y le hicieron la señal a los demás. Sin embargo, tan pronto salieron los demás, empezaron a salir muchas personas infectadas por doquier y notaron la carne fresca que había llegado hasta ellos y atacaron sin piedad. Harry y Pancho nos hicieron señas desesperadas de que corriéramos pero antes de llegar Jess tropezó y los monstruos se seguían acercando. Andrés tomó la iniciativa al ser el más cercano a ella y corrió y logró levantarla y le indico que corriera a la puerta mientras él alejaba a esos monstruos.

“Hijín! No trates de ser un héroe! Corre!” gritó Harry desesperadamente.
“Váyanse! Sino también los atraparán!” grito mientras se alejaba a golpeas a unos monstruos.
“Estás arriesgando a todo el grupo…”dijo Julio.
“Es nuestro amigo! Voy a ayudarlo!” grito Harry desafiantemente.
“Morirás…son demasiados” le respondió el frio y calculador Julio.

Andrés seguía luchando pero uno logró aferrarse a su brazo dándole una fuerte mordida seguida de un grito lleno de dolor de su parte. De pronto sólo se observo como la masa de criaturas lo cubrieron y se observo un gran charco de sangre. Aquellos monstruos no estaban satisfechos y corrieron hacia el olor de carne fresca. Entonces rápidamente cerramos la puerta y la bloqueamos sin embargo sentíamos como golpeaban intentando entrar por nosotros.

“Hijín…” dijo Harry con tristeza mientras golpeaba la pared.
“Harry…” Jess se acercó pero no tuvo el valor de tratar de consolarlo.
“Tenemos que seguir…” dijo Julio rompiendo el silencio.
“Eres un desgraciado!” Harry corrió y trató de golpearlo pero siendo detenido por Pancho.
“Harry…no lo vale…” dijo tratando de calmarlo.
Harry sólo pudo mirar con desprecio a Julio. “Lau…a dónde?” le preguntó.
“Síganme…” dijo con seriedad la chica.

Subieron unas escaleras y pasaron por unos pasillos, todo parecía estar tranquilo y libre de infección. Entonces llegaron a unas puertas de cristal que decían “Administración”. Laura entró y les dio la seña de que la siguieran. Pasaron unos sillones y varios cubículos hasta llegar a otro cuarto. Entraron y descubrieron un sinfín de pantallas, cada una revelando una parte diferente de la plaza. Observaron con cautela por varios minutos.

“Efectivamente, está limpio…” dije con emoción.
“Perfecto…Lau! Tuviste razón!” Jess la felicitó.
“De todos modos será conveniente pasar la noche aquí dentro antes de aventurarnos en la plaza…sólo por seguridad” dijo Pancho con duda aún en su voz.

Todos accedieron y decidimos tomar turnos vigilando las cámaras para observar por cualquier anomalía que pudiera haber. Mientras tanto buscaron un lugar para descansar, había sido una aventura peligrosa y llena de adrenalina. Algunos durmieron en los sofás, como Jess y Lau. Otros descansaron sobre una alfombra, como Aldo y Harry. Julio prefirió dormirse en uno de los cubículos más alejados que encontró. Pancho decidió tomar el primer turno de vigilancia y Asahel decidió esperar el suyo recargado contra un sillón.

Yo estaba en uno de los sillones, estaba recostada viendo el techo oscuro. Comencé a divagar hasta que mi mente quedó en blanco. Estaba agotada.

Aquella noche tuve otro sueño, diferente, no era una pesadilla pero tampoco era una dulce fantasía. Nuevamente estaba con mis amigos…ya no había tristeza ni dolor…habíamos sobrevivido…Era acaso ingenuidad o un engaño a mis sentidos…no…creo que a esto se le llama esperanza…

Continuará…

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